Reino Unido podría haber pagado 133.000 euros por una lista de cien británicos implicados
VADUZ (LIECHTENSTEIN), 25 (EUROPA PRESS)
El banco de Liechtenstein LGT Group, propiedad de la familia real del pequeño principado alpino, confirmó hoy que la información sustraída en 2002, y que ha llegado a manos de las autoridades alemanas, así como de otros gobiernos, contiene datos relativos a 1.400 clientes.
En concreto, la entidad bancaria, que se ha visto envuelta en la polémica por su presunta implicación en un escándalo de evasión de impuestos por parte de acaudalados ciudadanos de Alemania y de otros países, indicó que alrededor de 600 de esos clientes son ciudadanos alemanes, y aclaró que además contiene información de 4.527 beneficiarios de fundaciones.
La entidad reiteró que los datos a los que han tenido acceso las autoridades germanas son los mismos que fueron robados en 2002 por un antiguo empleado, al que el banco ha identificado como Heinrich Kieber, y a quien la entidad acusa de ser el 'informante' de los servicios de inteligencia alemanes, por lo que sólo afectan a las relaciones contractuales establecidas antes del final de dicho año.
"Aparentemente, los datos robados han sido revelados de manera ilegal también, directa o indirectamente, a otras autoridades", admitió la entidad, que mostró su disconformidad con los hechos relatados a través de diferentes medios de comunicación, según los cuales el informante percibió el pago de varios millones de euros por dichos datos, así como una nueva identidad, y los calificó como "extremadamente ofensivos", a la vez de que advertía de que el sospechoso hiciese un uso delictivo de la información.
En este sentido, el diario británico 'Financial Times' informa en su edición de hoy de que el informante que proporcionó los datos de los clientes del banco LGT a los servicios de inteligencia alemanes por unos cinco millones de euros podría haber vendido información de unos cien británicos implicados a las autoridades de Reino Unido por unas 100.000 libras esterlinas (133.000 euros).
Asimismo, el diario alemán 'Handelsblatt' apunta que Finlandia, Suecia y Noruega han mostrado interés en el listado de clientes del banco de Liechtenstein.
EL AUTOR DEL ROBO TENÍA UNA ORDEN DE ARRESTO EN ESPAÑA.
De acuerdo con la información proporcionada por la entidad, Kieber inició su relación con LGT a través de una empresa de servicios de tecnología de la información entre 1999 y 2001, para posteriormente incorporarse como empleado del banco hasta noviembre de 2002.
"En el momento de su contratación, no había sido previamente condenado por ningún delito. Sin embargo, como se supo posteriormente, una orden de arresto había sido emitida contra Kieber por las autoridades españolas en 1997 en relación a una operación inmobiliaria financiada con cheques sin fondos", señaló el banco.
En este sentido, la entidad señaló que en octubre de 2001, Kieber fue sentenciado por un tribunal de Liechtenstein a indemnizar a la parte perjudicada con una suma aproximada de 600.000 francos suizos (372.306 euros), y su apelación fue rechazada en octubre de 2002. Un mes después, Kieber abandonó LGT Treuhand y huyó al extranjero, aunque el banco sugiere que "como se supo posteriormente se había llevado ilegalmente datos de clientes y los había copiado en cuatro DVDs".
En enero de 2003, Kieber envió una carta y una cinta de cassette al príncipe Hans-Adam de Liechtenstein en la que apuntaba que había sido injustamente tratado por las autoridades judiciales y solicitaba asistencia para solucionar sus problemas legales a cambio de no hacer llegar los datos robados a a medios y autoridades de otros países.
El banco afirmó que las demandas de Kieber fueron desestimadas y el ex empleado fue convencido para retornar al país en mayo de 2003, donde supuestamente devolvió los DVDs con los datos robados que fueron destruidos por la entidad.
Asimismo, la entidad informó de que la Corte Suprema de Liechtenstein condenó en enero de 2004 a Kieber por fraude y destrucción de documentos y le sentenció a un año de prisión, que fue sustituido por tres años de libertad condicional. Por otro lado, la orden de arresto internacional emitida por las autoridades españolas fue rescindida en octubre de 2004 y el proceso abierto en España fue suspendido en noviembre de 2005.
Finalmente, el banco señaló que actualmente desconoce el paradero de Kieber, aunque indicó que, según las informaciones aparecidas en la prensa, todo parece indicar que se encuentra en Australia bajo una nueva identidad.