El Gobierno llega dividido a la votación del paquete fiscal, que el Congreso puede alterar en contra de PSOE

Un grupo de diputados de la Comisión de Hacienda del Congreso  tras la ponencia de la comisión de Hacienda y Función Pública sobre el establecimiento de un mínimo de tributación para multinacionales, a 6 de noviembre de 2024, en Madrid (España).
Un grupo de diputados de la Comisión de Hacienda del Congreso tras la ponencia de la comisión de Hacienda y Función Pública sobre el establecimiento de un mínimo de tributación para multinacionales, a 6 de noviembre de 2024, en Madrid (España). - Eduardo Parra - Europa Press
Publicado: viernes, 8 noviembre 2024 14:48

Hay rebajas fiscales de socios parlamentarios que podrían aprobarse con apoyo del PP, siempre que el Gobierno no las vete

MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de coalición se muestra dividido ante la votación del paquete fiscal del próximo lunes en la Comisión de Hacienda del Congreso, donde se podrían llegar a introducir enmiendas al texto original a las que el PSOE se opone, como reducir el IVA para las peluquerías.

Se trata del proyecto de ley que introduce un nuevo impuesto mínimo global a empresas multinacionales y que el PSOE quiere transformar en una reforma fiscal con nuevos impuestos, que rediseñe el gravamen a la baca y que dé por amortizado el que se aplica a las energéticas.

El texto superó la fase de ponencia el miércoles, en una reunión a puerta cerrada, pero las espadas siguen en alto y se aplazó hasta el lunes la decisión sobre los impuestos a la banca y energéticas y nuevas figuras. De hecho, la ponencia tan solo incorporó a la ley cuatro enmiendas técnicas del PSOE relacionadas con el nuevo impuesto mínimo global que nace de la transposición de una directiva europea.

Será por tanto en la comisión del lunes, en una reunión ya a puerta abierta, cuando se tomen decisiones. Y los partidos de investidura se mantienen divididos entre el bloque de PSOE, Junts y PNV, que optan por modificar el impuesto a la banca para suavizarlo y hacer decaer el tributo a las energéticas, y Sumar y los aliados de la izquierda ERC, Bildu y BNG, que piden justo lo contrario y también quieren establecer un IVA reducido para actividades de peluquería, barbería y estética.

EL PP, DE ÁRBITRO

Con este panorama, el PP será árbitro en la comisión y sus votos serían decisivos para aprobar enmiendas de socios parlamentarios a las que el PSOE se opone. Pero siempre que el Gobierno permita votarlas y no las vete por motivos presupuestarios.

Y es que, inicialmente, el Ejecutivo había vetado 16 enmiendas a la ley de diferentes grupos parlamentarios alegando que provocan una merma de los ingresos presupuestarios, pero luego se retractó y decidió levantar dicho veto para mantener esas enmiendas y facilitar la negociación.

En ese contexto, fuentes parlamentarias apuntan a Europa Press que, si el Ejecutivo ve que esas enmiendas puedan prosperar por apoyo del Grupo Popular, no sería descartable que recuperara los vetos para impedir su votación.

NUEVOS IMPUESTOS A VAPEADORES

Con su paquete fiscal, el PSOE quiere entre otros asuntos subir la fiscalidad al tabaco, gravar a los vapeadores, reformar el Impuesto de Sociedades o subir las rentas del capital.

También eliminar, a partir del 1 de abril de 2025, la bonificación que tenía el diésel frente a la gasolina, aunque sin afectar al gasóleo profesional. La idea es introducir un mecanismo para rebajar la tributación que se activará si durante dos meses consecutivos la media del precio del diésel supera los dos euros por litro y la media de cotización del barril de Brent se incrementa ese segundo mes por encima de la media del mes anterior.

Asimismo, hay enmiendas socialistas que se debatirán el lunes para exigir el pago anticipado del IVA de los hidrocarburos y así luchar contra el fraude que los 'missing traders' realizan en la importación de este producto.

El PSOE también busca una reforma del Impuesto de Sociedades para contrarrestar la sentencia del Tribunal Constitucional que declaró la nulidad parcial de una reforma sobre este tributo que ejecutó el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Así, se establece de nuevo un límite a las grandes empresas o grupos empresariales para aplicar deducciones para compensar las bases imponibles negativas. El límite es del 50% por ejercicio para las empresas con una cifra de negocio entre los 20 millones y los 60 millones de euros y del 25% para aquellas que superaran los 60 millones.

En otra enmienda del PSOE, que Junts dice que se ha negociado con ellos, se propone rebajar de manera progresiva este impuesto a empresas cuyo importe neto de la cifra de negocios sea inferior a un millón de euros. Frente al 23% que se grava a estas empresas en la actualidad, el Grupo Socialista propone rebajar el impuesto para que la parte de base imponible comprendida hasta los 50.000 euros se grave a un tipo del 17% en 2027, y la restante al 20% en 2029.

A esto se suma otra enmienda para que las compañías puedan deducirse hasta un 20% del importe neto del incremento de sus fondos propios, frente al 15% actual, con la idea potenciar la capitalización empresarial mediante el incremento del patrimonio neto.

ENMIENDA A LA INCAPACIDAD PERMANENTE Y LAS RENTAS DEL CAPITAL

A su vez, se analizarán enmiendas para que la pensión por incapacidad permanente absoluta o de gran invalidez sea compatible con un trabajo que requiera estar inscrito en algún régimen de la Seguridad Social.

El Grupo Socialista también introduce enmiendas para incrementar en un punto la tributación de las rentas del capital superiores a 300.000 euros, pasando del 28% al 29%.

La última medida fiscal a destacar es el compromiso de impulsar en la UE la modificación de la Directiva del IVA, con el objeto de gravar este impuesto a las plataformas de arrendamientos de vivienda turística, como Airbnb, en zonas donde la abundancia de estos alojamientos dificulta el acceso a una vivienda o en zonas saturadas. Es el llamado paquete ViDA (VAT in the Digital Age), que el Gobierno considera "una prioridad".

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