Hacienda estaría estudiando la opción de imponer un impuesto del 5% sobre las comisiones e intereses
MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno tiene previsto reunirse este viernes con representantes del sector bancario para abordar el nuevo impuesto temporal anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que tendrá una duración de dos años y buscará recaudar 1.500 millones anuales.
Así lo ha confirmado la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en rueda de prensa tras la cuarta reunión de la Conferencia Sectorial para la Mejora Regulatoria y el Clima de Negocios con los representantes de las comunidades autónomas, las ciudades de Ceuta y Melilla y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Según ha avanzado la vicepresidenta primera, a la reunión están invitados las patronales del sector, las principales entidades financieras y representantes del Banco de España. Cabe recordar que este nuevo impuesto, al igual que el planteado para las energéticas, irá dirigido a las empresas que facturen más de 1.000 millones de euros al año.
Aunque aún se desconoce el detalle de este tributo que el Gobierno prevé impulsar a través de una proposición de ley, el diario 'El País' ha adelantado que el Ministerio de Hacienda estaría estudiando imponer un impuesto del 5% sobre las comisiones e intereses que carga la banca a los clientes.
Se trata, según han confirmado fuentes de Hacienda a Europa Press, de una opción que se está barajando, pero se sigue trabajando y diseñando, por lo que no hay nada concretado.
"Estamos trabajando en la articulación detallada y creo que el Ministerio de Hacienda tiene una amplia experiencia en cómo articular este tipo de contribuciones de una manera que no sea repercutida sobre los ciudadanos", ha afirmado Calviño.
EL SECTOR, EN CONTRA
Algunos representantes del sector ya han mostrado públicamente su posición sobre este tema. El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha afirmado que el impuesto a la banca puede acabar "afectando negativamente" al consumo, inversión y recaudación, y defiende que "la mejor forma de recaudar más impuestos es que la economía crezca".
Por su parte, la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha subrayado que el nuevo impuesto "dificulta la capacidad de los bancos para financiarse" en el mercado y, por consiguiente, la de dar crédito a las familias y empresas, al tiempo que ha señalado que la reacción del mercado a la nueva tasa refleja "cómo se ve afectada la confianza en el sector y en el país por medidas como esta".
Además, el portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano, ha criticado "la improvisación jurídica" de este impuesto, que "distorsiona el mercado".
CECA, de su lado, ha señalado que el nuevo tributo es una medida que "no contribuye a armonizar los regímenes fiscales" dentro de la Unión Bancaria, si bien ha recalcado la necesidad de conocer los detalles de la medida "para poder hacer una valoración más informada".