MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha confesado este jueves que desconocía el acuerdo alcanzado ayer entre PSOE, Podemos y Bildu para derogar la reforma laboral y que se ha enterado del mismo por los medios de comunicación.
"No teníamos en absoluto conocimiento del acuerdo y del propio texto del acuerdo, si se le puede llamar texto a esos tres párrafos", ha señalado Álvarez en declaraciones al programa 'La cafetera' de Radiocable recogidas por Europa Press.
En todo caso, Álvarez cree que "habría que distinguir entre las negociaciones sobre un tema tan serio como las relaciones laborales y lo que es la vida política". "Parece que se aprueba un intercambio de cosas que desde luego tienen poco ver entre sí", ha añadido.
En su opinión, votar a favor del estado de alarma, a tenor de las recomendaciones de los expertos, "es una obligación de los grupos parlamentarios" para frenar la pandemia. "En los temas que tienen que ver con la reforma laboral, el Parlamento decide en último extremo pero creo que hay ya demasiadas promesas incumplidas como para no hacer ninguna más", ha apuntado.
Sobre lo que han pactado en concreto PSOE, Podemos y Bildu, Álvarez ha subrayado que sólo valorará los acuerdos firmados por los sindicatos y lo que publique el Boletín Oficial del Estado (BOE). "Lo demás es música y de la mala. Y después de lo ocurrido ayer, no me apetece mucho volver a generar expectativas sobre elementos que llevamos dándoles vueltas los últimos tres años", ha añadido.
El líder sindical quiere que estos temas se discutan en la mesa de negociación con los empresarios y que salgan adelante, preferentemente con acuerdo.
PIDE MESURA Y MODERACIÓN A LA CEOE
Álvarez, que no oculta que su organización viene demandando desde hace mucho la derogación completa de la reforma laboral, también se ha referido a la reacción de CEOE y Cepyme ante el acuerdo con Bildu. Las organizaciones empresariales han calificado el mismo como un "desprecio indignante al diálogo social, al que dinamita" y una "irresponsabilidad mayúscula".
Al respecto, el secretario general de UGT ha pedido a las patronales "mucha mesura" y no romper el diálogo social. "En otros momentos han pasado otras cosas y nosotros podríamos habernos aprovechado para levantarnos de la mesa y no lo hemos hecho. Los empresarios necesitan diálogo y yo estoy convencido de que la CEOE, más allá de esta reacción, va a continuar en la senda del diálogo social", ha afirmado.
Para Álvarez, ahora lo importante es "moderación y tranquilidad", máxime cuando la vida política está "agitada y revuelta". "Creo que los interlocutores sociales tenemos que poner ese punto de tranquilidad", ha opinado.
El líder de UGT espera que, una vez pasada la negociación sobre la prolongación de los ERTEs en aquellos sectores que lo necesiten (de momento se ha fijado como plazo final general el 30 de junio), sindicatos y empresarios puedan retomar la negociación sobre la reforma laboral de 2012, que se vio paralizada con la llegada de la pandemia.
En todo caso, ha dejado claro que UGT "está por la derogación de la reforma laboral". "Lo hemos dicho desde el primer día, no hay ninguna imposibilidad técnica que impida derogarla. Se puede hacer, volviendo a la legislación anterior. Pero somos conscientes de que no podemos estar bailando en un baile que nos marque la vida política", ha apuntado Álvarez.
El líder de UGT ha subrayado que es "muy importante" derogar la reforma laboral de 2012 y que, para los sindicatos, pedir la supresión de esta reforma "no deja de ser un elemento clave de presión a la propia patronal para que negocie".
Álvarez cree que es un "error" pensar que los cambios en la legislación laboral van contra las empresas. "Las empresas, como ha pasado ahora, pueden perfectamente funcionar en buenas condiciones sin aplicar la reforma laboral. Hay casi cuatro millones de trabajadores en ERTEs, eso se puede hacer sin la reforma laboral y además este instrumento las ha ayudado", ha asegurado.
Asimismo, el dirigente sindical ha destacado además que los ERTEs "no son hijos de esta reforma", como dicen PP y Ciudadanos, sino que se trata de un instrumento que ya existía en los años 80.