MADRID, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) estima que el descenso de la afiliación a la Seguridad Social podría alcanzar las 750.000 personas de media en el mes de abril, y que la pérdida de empleo al final de abril con respecto al 12 de marzo sería de 1,2 millones.
Esta es la previsión de Funcas para el próximo mes, tras los datos de empleo del mes de marzo, que reflejan que el número de afiliados a la Seguridad Social cayó entre el 12 y el 31 de marzo en casi 890.000 personas, de los que 836.000 eran trabajadores del Régimen General y 40.800 autónomos.
La media mensual de marzo muestra una pérdida de 243.000 afiliados frente a la previsión de un incremento de 119.400, señala Funcas, que apunta que el impacto del estado de alarma declarado por la crisis sanitaria del Covid-19 no se limita a la destrucción de puestos de trabajo existentes, sino que habría que añadir las contrataciones que se dejan de hacer y estima en unas 75.000, si bien parte de ellas podrían haberse efectuado los días anteriores al 12 de marzo.
Además, subraya que también se ha producido un incremento sin precedentes en los ERTE, ya que el número de personas afectadas en España rondaría los 620.000, cifra que se eleva a 1,5 millones si se incluyen los expedientes pendientes. En Alemania y Francia, con datos disponibles hasta el 25 de marzo, el número de trabajadores afectados por medidas similares es de 2,5 y 1,2 millones, respectivamente.
De cara el mes de abril, y suponiendo de forma "conservadora" una
pérdida diaria de unos 15.000 afiliados (muy por debajo de la pérdida diaria media sucedida en la segunda mitad de marzo), el descenso de la afiliación podría alcanzar las 750.000 personas en la media mensual. Con respecto al 12 de marzo, la pérdida de empleo al final de abril sería de 1,2 millones, según Funcas.
ABOGA POR FACILITAR LA SUSPENSIÓN TEMPORAL DE EMPLEO
El director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, aboga, de cara a contener los recortes de plantilla y el aumento del desempleo, por facilitar la suspensión temporal de la relación de empleo, y marca la necesidad de actuar con celeridad y que los mecanismos que se pongan en marcha tengan una amplia cobertura".
Durante la crisis de 2008, que se extendió al mercado laboral en 2009, recuerda que países como Alemania, Francia y, en menor medida, Italia recurrieron a la reducción de jornada, paro parcial o interrupción temporal de actividad.
Como consecuencia de ello, en Alemania apenas subió la tasa de paro ese año y en Francia se incrementó en 1,5 puntos. En el conjunto de la eurozona el desempleo aumentó en cerca de dos puntos frente a los cuatro de España.