MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha insistido de nuevo en que los salarios en el conjunto de la eurozona no deben ajustarse a la inflación para así evitar una espiral inflacionista de precios y sueldos.
"Es muy importante evitar los efectos de segunda ronda y evitar que la inflación se traslade a los salarios, lo que empujaría todavía más al alza la inflación. Para evitar esto, las expectativas de inflación tienen que permanecer ancladas", ha indicado Guindos en una entrevista con el diario lituano 'Verslo zinios'.
Con respecto a las perspectivas macroeconómicas, el banquero central y exministro español ha indicado que la eurozona va a afrontar una "difícil combinación" de bajo crecimiento económico, incluyendo una posible recesión técnica, y elevada inflación.
De hecho, Guindos ha alertado de que el escenario pesimista que publicó el BCE en sus proyecciones macroeconómicas de septiembre está acercándose a ser el escenario principal. En las perspectivas base, el BCE estimaba que la eurozona crecería un 0,9% en 2023, mientras que en la estimación pesimista se incluye una recesión del 1%.
Algo similar sucede con la inflación. En comparación con la previsión principal, en el escenario negativo el incremento medio de los precios en 2023 sería del 6,9%, lo que supone 1,4 puntos más.
Preguntado sobre si la zona euro registrará unos tipos de interés en torno al 4%, como los que había antes de la crisis financiera global de 2008, Guindos ha indicado que los factores estructurales que habían deprimido la inflación hasta ahora han empezado a cambiar.
"La globalización no va a ser tan intensa como era y el 'shock' energético puede elevar más la inflación. Por tanto, creo que la política monetaria debe ajustarse a estas nuevas características estructurales que pueden empujar la inflación al alza en comparación con la pasada década", ha apostillado.