MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá mañana con los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, y con los presidentes de CEOE y Cepyme, Antonio Garamendi y Gerardo Cuerva, respectivamente, para abordar principalmente el anunciado plan de choque con medidas económicas frente a la crisis del coronavirus.
A la reunión, que se celebrará previsiblemente antes del Consejo de Ministros extraordinario programado para mañana, asistirán también varios ministros del Gobierno, entre ellos la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño; la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, según informaron a Europa Press fuentes gubernamentales.
En la mañana de este miércoles los cuatro vicepresidentes del Gobierno (Carmen Calvo, Pablo Iglesias, Nadia Calviño y Teresa Ribera), la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, se han reunido para pulir los últimos flecos de este plan de choque, que fue anunciado el lunes por el presidente del Gobierno y que previsiblemente se aprobará mañana en el Consejo de Ministros, si no en su totalidad, al menos en parte.
En una comparecencia celebrada ayer ante los medios de comunicación, Sánchez avanzó algunas de las medidas que formarán parte del plan, como facilidades para que los padres y madres afectados por el cierre de colegios puedan reducir su jornada laboral.
Hoy mismo el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha anunciado en una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press que se aprobará una nueva prestación económica de la Seguridad Social para compensar la pérdida de ingresos a los progenitores que se vean obligados a trabajar menos horas para poder cuidar de sus hijos durante el tiempo en el que las escuelas permanezcan cerradas.
También está previsto que se apruebe una moratoria en el pago de cotizaciones para empresas y autónomos de las zonas más afectadas por el coronavirus (de momento Madrid, La Rioja y algunas zonas del País Vasco). En concreto, se ofrecería el plazo de un año para pagar las cuotas, pero sin intereses ni recargos.
Estas medidas persiguen descargar de costes a empresas y autónomos y se suman a otra iniciativa aprobada ayer por el Gobierno: la de considerar como una baja por contingencias profesionales a los trabajadores en cuarentena, de forma que la prestación a percibir por estos pasa a ser más alta (del 75% frente al 60% de una enfermedad común) y asumida desde el primer día por la Seguridad Social, con lo que se evita que el trabajador pierda los tres primeros días de su sueldo y que la empresa costee la baja del cuarto al decimoquinto día.
El plan de choque en el que trabaja el Gobierno está "muy avanzado", según las fuentes consultadas, sobre todo en lo que concierne a las medidas en materia de Seguridad Social y de liquidez para las empresas. En este sentido, Sánchez avanzó ayer que el plan incluirá medidas para facilitar liquidez a las empresas, como líneas de créditos y aplazamientos en el pago de impuestos.
En lo que respecta a las medidas laborales, fuentes de Trabajo han informado a Europa Press de que ya se han celebrado varias reuniones con los agentes sociales y de que existe un "amplio consenso" sobre las medidas a adoptar.
Una de ellas, tal y como adelantó el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, será la de reponer a los trabajadores afectados por suspensiones temporales de empleo el tiempo de la prestación de desempleo que consuman durante el ERTE.
El presidente del Gobierno dijo ayer que se intentará proteger el empleo en sectores que sufran caídas temporales de la demanda, con procedimientos de flexibilidad laboral (reducciones de jornada, ajustes temporales) para que las empresas no tengan que despedir.
El plan contemplará también medidas específicas en el sector del turismo y en el del transporte por ser muy sensibles al brote de coronavirus.