LUXEMBURGO, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Economía y Finanzas de la UE han asumido que la ejecución de las inversiones y reformas asociadas a los planes de recuperación y resiliencia finalizará en agosto de 2026, como estaba previsto, pese a las peticiones de algunos Estados miembro como Italia o Polonia, que reclamaban una prórroga para evitar la pérdida de fondos europeos.
Así se desprende de las conclusiones adoptadas por los Veintisiete en su reunión de este viernes en Luxemburgo, en las que subrayan que "la rápida finalización de las inversiones y reformas antes de agosto de 2026 sigue siendo clave para lograr la plena aplicación del mecanismo".
"Es importante señalar que tenemos una fecha muy delimitada y tenemos que poner todos el mayor esfuerzo en ejecutar los fondos de la manera más eficiente hacia mediados de 2026", ha destacado el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, quien ha señalado que "un par de ministros han puesto en la mesa su posible ampliación".
"Veremos si coge carrera, pero estamos muy concentrados en trabajar en la fecha de 2026", ha incidido Cuerpo, que apoya utilizar esta "ventana de oportunidad" para "discutir qué pasará más allá" de esta fecha y ha explicado que "muchos países" están ya pensando en "opciones concretas".
A juicio del ministro, queda claro que hay un consenso sobre las necesidades de inversión para cumplir los "grandes objetivos" relacionados con la autonomía estratégica, la seguridad económica o la defensa de cara a futuro.
Cuerpo se alineado así con el planteamiento del comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, que propone crear un mecanismo fiscal permanente que permita financiar inversiones de interés común de la Unión Europea y que replique el modelo utilizado para los planes de recuperación y resiliencia.
"Es extremadamente importante hacer que el método que utilizamos para los planes de recuperación pueda ser replicado para otros objetivos comunes", ha afirmado el comisario italiano.
No obstante, la idea de emitir más deuda conjunta no ha gustado al ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, que este jueves acusó Gentiloni de "apuntar ya a la campaña electoral" en la que, a su juicio, habrá una "clara distinción" entre hablar más de deuda y de una economía centrada en el Estado o de unas finanzas públicas sostenibles".