MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
La economía de Alemania, la mayor del Viejo Continente, parece destinada a recaer en recesión en el arranque de 2022, ya que es probable que la actividad económica del país se haya reducido notablemente entre enero y marzo, después de la contracción del 0,7% registrada en el último trimestre de 2021, según advierte el Bundesbank, el banco central alemán.
"Es probable que la producción económica alemana vuelva a disminuir notablemente en el trimestre de invierno de 2022, según la evaluación de los expertos", recoge el Bundesbank en su boletín mensual, donde señala el impacto de la variante ómicron en la actividad y el comportamiento de los agentes económicos.
No obstante, el banco central germano destaca que la última ola de la pandemia apenas ha dejado huellas en el mercado laboral, permitiendo que continúe la recuperación del empleo, a pesar de la elevada tasa de infecciones.
De este modo, y en vista de la muy buena situación de la demanda, el banco central germano confía en que la economía alemana vuelva a acelerarse en la primavera, siempre que la pandemia disminuya y los cuellos de botella en el suministro continúen aliviándose.
"Desde la perspectiva actual, el panorama económico es solo un poco menos favorable de lo esperado en las proyecciones de diciembre de 2021, a pesar de la mayor carga provocada por la pandemia y la alta inflación", concluyen los expertos.
En cuanto a la evolución de los precios, el Bundesbank destaca que la tasa de inflación se moderó en enero "comparativamente poco", a pesar de finalizar el efecto de base a raíz de la reducción del IVA aplicada durante la segunda mitad de 2020 y que provocó un alza automático de la tasa de inflación en 2021.
En este sentido, el banco central apunta que el encarecimiento de la energía fue el principal responsable del persistente nivel elevado de inflación y advierte de que se trata de una tendencia que podría continuar.
"En los próximos meses, es probable que la inflación se mantenga alta en un contexto de inflación significativa a nivel mayorista", recoge el boletín del Bundesbank en referencia a las presiones procedentes de los 'cuellos de botella', así como de mayores costes de transporte y mayores precios de las materias primas.
Sin embargo, la institución reconoce que no se trata de un "fenómeno alemán", ya que la tendencia alcista de los precios se ha generalizado en muchos países industrializados, añadiendo que, en algunos países, se han observado ya incrementos salariales.
"En este contexto, muchos bancos centrales endurecieron su política monetaria o al menos prometieron hacerlo", añade.