Prevé que la economía crezca un 2,3% este año y un 1,9% en 2020
MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
La agencia de rating Axesor ha mantenido su calificación crediticia para España en un rating de 'A' con "perspectiva estable", ante el potencial de crecimiento futuro, si bien advierte de que el clima de inestabilidad gubernamental y política acentúa las incertidumbres en cuanto al rumbo de la política fiscal.
En una nota, Axesor explica que la calificación del rating soberano de España de 'A' con perspectiva estable refleja "el sólido crecimiento de la economía, el notable dinamismo del mercado laboral y la fortaleza del sector financiero".
De hecho, estima que la economía española crecerá un 2,3% este año y un 1,9% en 2020, superando los promedios previstos en la UE para esos años, que son del 1,3% y el 1,6%, respectivamente.
Aunque señala que la propia madurez del ciclo y la debilidad del sector exterior justifican la desaceleración respecto a 2017, Axesor considera que el empuje de la demanda interna y la moderación de algunas incertidumbres, especialmente las tensiones China-Estados Unidos, serán suficientes para mantener las tasas de crecimiento.
De esa forma, espera una ligera mejoría del balance exterior, que deje atrás la contribución negativa del 2018, con un saldo por cuenta corriente que augura que se sitúe en el 0,3% del PIB en 2019.
VE "PREOCUPANTE" EL DINAMISMO DE LA DEMANDA INTERNA
No obstante, ve "preocupante" que el dinamismo de la demanda interna se base en el mayor gasto público, responsable de un tercio del crecimiento en 2018, frente a un consumo privado que continúa en descenso, especialmente en los hogares.
En todo caso, destaca que la capacidad de resistencia de la economía ha tenido su traslación al mercado laboral, que continúa creando empleo a pesar del incremento de la población activa. Así, espera una tasa de paro del 13,7% en 2019 y del 12,5% en 2020.
Según Axesor, la calificación de crédito de 'A' tiene en cuenta el esfuerzo de consolidación fiscal llevado a cabo por el Gobierno, que ha permitido la salida del brazo correctivo de la Comisión Europea.
INCUMPLIMIENTO DE DÉFICIT Y FRAGMENTACIÓN PARLAMENTARIA
Sin embargo, ve "improbable" el cumplimiento del objetivo de déficit del 1,3% pactado con Bruselas para 2019 y prevé, en cambio, que se situará en el entorno del 2,5% y el 1,9% del PIB en 2019 y 2020.
En este sentido, añade que la calificación crediticia tiene en cuenta el clima de inestabilidad política, que supondrá "un freno a la adopción de nuevas medidas estructurales e imposibilita la adopción de unos PGE construidos sobre las bases de una senda de consolidación fiscal".
"Es previsible que la fragmentación parlamentaria se mantenga a partir del 28 de abril, lo que, en definitiva, agudizará el clima de incertidumbre que afectará negativamente a la confianza de los agentes económicos, con el consiguiente riesgo de retraso en las decisiones de inversión y potencial incremento de la prima de riesgo".
SECTOR FINANCIERO: NUEVA FASE DE REESTRUCTURACIÓN
Por otra parte, indica que la calificación toma en cuenta el constante fortalecimiento del sistema financiero español, con una tasa de mora que decrece hasta el 5,86%, que se reducirá aún más en 2019, y una tasa de cobertura que va en aumento y en 2018 ya alcanzó el 61%.
Sin embargo, apunta que el sector no es inmune al entorno de tipos de interés negativos, que afectará negativamente a los ya de por si ajustados niveles de rentabilidad del sistema financiero español, toda vez que no espera que la primera subida de tipos del BCE tenga lugar, al menos, hasta la primera mitad de 2020.
El margen de intereses consolidado del sector concluyó 2018 en 23.274 millones de euros, el más bajo en 10 años, por lo que Axesor cree que puede desencadenar una nueva fase de reestructuración en busca de mayor eficiencia, al ser la banca española de las más dependiente en Europa de la evolución de los tipos.
"Los persistentes desequilibrios presupuestarios acentúan la vulnerabilidad financiera de la economía española", avisa Axesor, que incide en que el mantenimiento de una política fiscal expansiva deteriora el déficit estructural (previsto para el 3,1% en 2019 y 2020.
Igualmente, advierte de que aleja la senda de corrección de la deuda pública, de la que no espera una reducción importante en el medio plazo y cuyo nivel actual (97% del PIB) supone un desafío para la capacidad futura de la política fiscal para hacer frente a perturbaciones negativas.