MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Axesor Rating prevé que la economía registre un crecimiento del 13,8% en el tercer trimestre del año por "efecto estadístico" dada la reactivación de algunas actividades tras el desplome del PIB del 21,5% en el segundo trimestre, si bien el alza del PIB se moderaría en torno al 3% en el cuarto trimestre del año, por lo que pide mantener los estímulos y trabajar ya en la consolidación fiscal.
Así lo ha señalado el responsable de Ratings Soberanos e Instituciones Financieras de Axesor Rating, Antonio Madera, durante la presentación telemática del informe 'La economía ibérica en la era post Covid', elaborado por Axesor Rating, que ha explicado que la previsión de un alza del 13,8% en el tercer trimestre es por un efecto "puramente estadístico", tras la caída "bestial" en el segundo trimestre y por el fin de algunas limitaciones de la actividad.
Madera ha indicado que España y Portugal no solo viven del turismo, aunque sea bastante representativo, sino que hay otras muchas actividades que han empezado a producir y hubo "cierta recuperación" en los indicadores, sobre todo en junio y algo en julio.
De cara al cuarto trimestre, ha señalado que la estimación es un crecimiento próximo al 3% intertrimestral por cierta limitación de la actividad como consecuencia de los rebrotes, si bien ha enfatizado que las previsiones se elaboran bajo un escenario de "incertidumbre total" y dependerá de las medidas que se vayan adoptando.
Para el conjunto del año Axesor augura una caída del PIB del 11,8%. Por ello, Madera ha remarcado que hay que mantener los estímulos para que continúen sus "efectos beneficiosos" sobre la evolución de la deuda y el control de las primas de riesgo, siendo "totalmente necesarios en los momentos actuales" y para la reactivación económica futura, así como para evitar una crisis de liquidez que pudiese acabar afectando al sector empresarial.
En este sentido, cree que los estímulos europeos de "gran calibre" aprobados pueden ayudar a controlar los estímulos a nivel nacional, ya que estos tendrán al final una traslación a las finanzas públicas, por lo que considera que debe seguirse avanzando en consolidación fiscal para asegurar la sostenibilidad de la deuda pública en el medio plazo.
Respecto al análisis de la economía "ibérica", ha indicado que la limitación de actividad observada a lo largo del primer semestre tuvo un impacto significativo, con una caída del PIB en el segundo trimestre -el de mayor afección por la pandemia- que se mostró más acusada en el caso de España (-21,5% frente al -16,3% de Portugal) por la importante contracción observada en la demanda nacional (-18,8% interanual), fruto de las crecientes incertidumbres que llevaron a posponer decisiones de consumo e inversión y que tuvieron su reflejo en los niveles máximos observados en la tasa de ahorro familiar y empresarial.
Tras haber rebajado Axesor la calificación crediticia del Reino de España hasta 'A- con tendencia estable' desde 'A con tendencia en observación' por el impacto que la crisis sanitaria, Madera ha señalado que las calificaciones tienen en cuenta el carácter coyuntural del 'shock' económico actual.
Ha señalado que la entrada en recesión técnica de ambos países supone poner fin a un periodo de recuperación económica iniciado en el año 2012, que les permitió mantener tasas sostenidas de crecimiento superiores a las registradas por sus socios europeos, con ritmos interanuales del 2,5% en España y del 2,1% en Portugal.
Respecto a la tasa de paro, Axesor apunta que España mantiene una tasa de paro estructural en torno al 16%, casi diez puntos porcentuales superior a la tasa de paro estructural que la Comisión Europea cifra en torno al 7% en el caso de Portugal, y aunque espera que la ausencia de presiones inflacionistas en el medio plazo acompañarán la continua reducción de la misma, avisa de que España se mantiene como uno de los países europeos con la tasa de paro estructural más elevada.
Por ello, remarca la necesidad de seguir abordando reformas (laborales, educativas y productivas) que permitan su convergencia hacia los niveles de sus socios europeos, ante unas características de rigidez y alta vinculación al ciclo en el caso español y como principal problema la temporalidad, muy vinculada al sector servicios, principalmente a las actividades de hostelería y turismo, las más afectadas por la crisis del Covid.
SECTOR BANCARIO
En lo que respecta a la banca española, Madera ha subrayado su "notable mejora" con respecto a la situación que presentaba en la crisis de 2008, con un sector bancario más capitalizado (por debajo de los niveles presentados por Portugal) y solvente para "afrontar el shock provocado por la actual crisis sanitaria, aunque con un marcado problema de rentabilidad".
Según Madera, esto está obligando a replantear sus modelos de negocio hacia actividades que potencien la generación de ingresos, además de los desafíos pendientes a la adaptación a nuevas regulaciones, cambios tecnológicos y financiación sostenible.