El escenario central contempla una contracción del 8,7% en 2020, con un desplome del PIB del 13% en el segundo trimestre
FRÁNCFORT (ALEMANIA), 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
La economía de la zona euro podría llegar a sufrir un desplome de hasta el 12,6% en 2020, con apenas una recuperación del 3,3% del crecimiento en 2021 y del 3,8% en 2022, según el peor de los escenarios planteados por el Banco Central Europeo (BCE), que incluye el impacto de una hipotética segunda oleada de contagios de Covid-19 que obligase a reinstaurar algunas medidas de confinamiento en la región.
Según el panorama menos optimista manejado por los economistas del BCE, la debilidad de la economía y su impacto sobre la demanda frenarían la recuperación de la inflación, que se situaría este año en el 0,2% para alcanzar el 0,4% el próximo año y el 0,9% en 2022.
Asimismo, la tasa de paro de la eurozona, que despidió abril en el 7,3%, subiría al final del año hasta el 11,3% y repuntaría al 12,5% en 2021, para moderarse al 11,3% un año después.
"Una segunda ola fuerte del virus requeriría de medidas estrictas de contención, pero sus costes económicos serían más bajos que en el caso de los confinamientos iniciales", advierte el banco central, aunque subraya que el impacto de los esfuerzos sostenidos para prevenir la propagación del virus continuarían amortiguando la actividad en todos los sectores hasta poder contar con una solución médica, algo que se supone que sucederá a mediados de 2021.
"La debilidad de la actividad en todos los sectores se amplifica en cierta medida por el aumento de las insolvencias, lo que conduce a fricciones crediticias que afectan negativamente a los costes de endeudamiento de los hogares y las empresas", añade.
Por contra, en el caso de que la gradual reapertura económica venga acompañada de una exitosa contención del virus que evite un repunte futuro de las infecciones, el mejor de los escenarios planteados por el BCE, la caída del PIB estimada para este año se limitaría al 5,9%, con un rebote del 5,8% en 2021, que continuaría en 2022, con un crecimiento del 2,2%.
Bajo tal hipótesis, el BCE prevé que los precios subirían este año apenas un 0,4%, pero repuntarían en 2021 hasta una tasa del 1,1%, que llegaría al 1,7% en 2022, mientras que el desempleo subiría de manera más moderada, hasta el 8,8% en 2020, para reducirse gradualmente en los dos años posteriores, bajando al 8,5% en 2021 y al 8% en 2022.
CAÍDA DEL 13% DEL PIB EN EL SEGUNDO TRIMESTRE.
No obstante, en su escenario central, con una gradual recuperación de la actividad a partir del tercer trimestre a medida que se levantan las restricciones, a pesar de cierta reaparición de las infecciones en los próximos trimestres, el BCE prevé que el PIB de la zona euro caerá en 2020 un 8,7%, cuando el pasado mes de marzo anticipaba un crecimiento del 0,8%, mientras que en 2021 rebotará un 5,2% y un 3,3% un año después.
En este escenario central del BCE, la inflación despedirá 2020 en el 0,3% y repuntará ligeramente un año después hasta el 0,8%, para llegar al 1,3% en 2022, aún lejos del objetivo de estabilidad de precios del instituto emisor, establecido ligeramente por debajo del 2%.
Por su parte, el debilitamiento previsto de la actividad provocará un significativo aumento del desempleo en la zona euro, elevando la tasa de paro hasta el 9,8% este año y hasta el 10,1% en 2021, para reducirse al 9,1% un año más tarde.
Asimismo, según los pronósticos centrales de los economistas del BCE, tras la caída del 3,8% del PIB en los tres primeros meses de 2020, el desplome de la actividad alcanzará un récord del 13% entre abril y junio, con una gradual recuperación a partir del tercer trimestre, cuando la entidad espera una expansión del 8,3% del PIB de la zona euro, seguida de un crecimiento del 3,2% en los últimos tres meses de 2020.
REBOTE DURANTE EL SEGUNDO SEMESTRE.
Al presentar las proyecciones de los economistas del BCE, la presidenta de la institución, Christine Lagarde, ha señalado que la caída sin precedentes registrada en la actividad en el segundo trimestre del año parece haber tocado fondo, lo que sugiere un rebote de la actividad en la región a partir del tercer trimestre.
"Existen síntomas de una recuperación tibia", ha señalado la presidenta del BCE, destacando que las últimas encuestas sugieren que el desplome de la actividad tocó fondo en mayo y anticipan un rebote en la segunda mitad de 2020 a medida que se levantan las medidas de confinamiento, aunque la velocidad y escala del rebote "siguen siendo inciertas".
En este sentido, Lagarde ha subrayado que el Consejo de Gobierno del BCE mantiene su compromiso para hacer todo lo necesario para cumplir su mandato y hacer que la política monetaria de la entidad se transmita sin dificultades a todos los rincones de la eurozona. Asimismo, la francesa ha reiterado la disposición del BCE para ajustar sus instrumentos en función de las necesidades.