Bruselas asegura que trabaja "de buena fe" con EEUU para abrir las negociaciones comerciales

Edificio de la Comisión Europea
PIXABAY - Archivo
Actualizado: lunes, 30 julio 2018 14:41

BRUSELAS, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea ha asegurado este lunes que está trabajando "de buena fe" con el gobierno de Estados Unidos para dar continuidad al pacto político alcanzado la semana pasada entre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente norteamericano, Donald Trump, y de cara a abrir las negociaciones acordadas en este ámbito.

"Ahora estamos dando continuidad (al acuerdo de la semana pasada) en el contexto del grupo ejecutivo de trabajo y lo hacemos de buena fe", ha explicado la portavoz del Ejecutivo comunitario Mina Andreeva.

La portavoz ha informado de que Juncker y Trump hablaron de nuevo el pasado viernes y ha subrayado que Bruselas y Washington están "poniendo en marcha las estructuras relevantes que son necesarias" para comenzar las conversaciones comerciales.

También ha remarcado que los asesores de los dos presidentes están "en contacto cercano" y discuten "el modo a seguir".

Andreeva ha reiterado que los productos agrícolas están fuera del ámbito de las futuras negociaciones (excepto la soja) y que tampoco lo está la apertura de los concursos de contratación pública para las empresas europeas en Estados Unidos.

El jefe del Ejecutivo comunitario y el presidente de Estados Unidos pactaran una tregua en su guerra comercial y anunciaran el comienzo de una nueva "fase" de su relación en este ámbito.

Ambas partes acordaron poner en marcha un grupo de trabajo con estrechos colaboradores para avanzar en una agenda comercial que tiene el objetivo, entre otras cosas, de reducir todo lo posible los aranceles a productos industriales, excepto coches. La UE también se comprometió a incrementar las importaciones de soja y gas natural licuado (GNL).

Este pacto aleja por el momento un eventual incremento de los aranceles a la importación de automóviles por parte de EEUU. También abre la puerta a una rebaja de los impuestos al acero y aluminio, aunque ni Bruselas ni Washington han aportado un calendario concreto.