BRUSELAS, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha propuesto este miércoles condiciones más estrictas para los futuros acuerdos comerciales que negocie en nombre de la Unión Europea con el objetivo de reforzar el cumplimiento de los estándares sociales y medioambientales consensuados y poder sancionar a los socios internacionales que incumplan tales compromisos.
"Reforzaremos nuestra aplicación y recurriremos a sanciones si las condiciones laborales y compromisos climáticos no se cumplen", ha asegurado el vicepresidente del Ejecutivo comunitario responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, en una rueda de prensa para presentar la iniciativa.
Serán medidas "de último recurso" y se aplicarán en caso de violar el Acuerdo Climático de París o los principios fundamentales en materia laboral que establece la Organización Mundial del Trabajo.
Dombrovskis ha querido subrayar el poder de la Unión Europea en sus relaciones bilaterales con otras regiones porque el bloque tiene "la más profunda y amplia red de acuerdos de libre comercio" que ninguna otra potencia, "más que Estados Unidos y más que China".
En total, Bruselas, que tiene la competencia en política comercial para actuar en nombre de los Veintisiete, ha negociado 46 acuerdos de este tipo con 78 socios internacionales. La Comisión negocia en la actualidad nuevos acuerdos a los que podrían aplicarse estos nuevos criterios con países como Nueva Zelanda o Indonesia.
Con todo, fuentes comunitarias han aclarado que los cambios que anuncia el Ejecutivo comunitario para dar un giro más sostenible y respetuosos en sus pactos comerciales no tendrán carácter retroactivo, por lo que no afectarán a los que ya están firmados ni a aquellos cuyo proceso de negociación se da por concluido aunque aún no se hayan ratificado, como es el caso del acuerdo con los países de Mercosur.
En todo caso, con el cambio de estrategia el Ejecutivo comunitario quiere reforzar la aplicación de los acuerdos que se firmen, por ejemplo con modificaciones en el mecanismo de resolución de disputas actual para que la parte incumplidora tenga que responder con prontitud a cómo va a cumplir los dictámenes del panel en un corto plazo.
También prevé reforzar la supervisión del cumplimiento de los acuerdos con la ayuda del Parlamento Europeo y los Estados miembro y abrir "nuevos mercados" de importación y exportación para mercancías ecológicas y materias primas, un área que Bruselas considera especialmente relevante para reducir las dependencias energéticas en el actual contexto geopolítico.
Dombrovskis ha advertido de que la cooperación y el diálogo "seguirán siendo la luz que guíe" las negociaciones con terceros países y que por ello los Veintisiete deben estar dispuestos a aportar "asistencia técnica y financiera" a los nuevos socios cuando lo necesiten para elevar sus estándares.
Asimismo ha abogado por actuar según el principio de que "nada vale para todos" por lo que el bloque deberá identificar en cada caso antes de abrir negociaciones cuáles son las prioridades en sostenibilidad y realizar evaluaciones de impacto, para después "abordar claramente" esta ambición en el diálogo con la otra parte.