Advierte del riesgo de escalada en la fragmentación geoeconómica y su posible impacto al alza sobre la inflación
MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Si la nueva Administración estadounidense bajo la presidencia de Donald Trump hace realidad finalmente las promesas de subidas significativas de aranceles, podría suponer "un punto de inflexión" para el sistema internacional de comercio en el marco de un proceso más amplio de "fragmentación geoeconómica" que podría traducirse en mayores presiones inflacionarias, según ha señalado el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel.
"Los primeros signos de fragmentación geoeconómica son cada vez más evidentes y, lamentablemente, podemos estar al borde de una escalada significativa", ha señalado el banquero central alemán en una conferencia en Tokio.
En este contexto, Nagel ha avisado de que, si la Administración estadounidense entrante hace realidad las promesas de Donald Trump de aumentar significativamente los aranceles sobre un amplio espectro de bienes, "esto podría marcar un punto de inflexión significativo para el sistema internacional de comercio".
En cualquier caso, ha señalado que se trataría de un nuevo episodio de "fragmentación geoeconómica" tras varias décadas de creciente integración global, con un aumento de las medidas proteccionistas en todos los países del G20, aunque los aumentos más significativos se han observado en Estados Unidos y China, ya que representaron el 23% y el 17%, respectivamente, del total de las medidas proteccionistas implementadas por los países del G20.
En este sentido, el presidente del Bundesbank ha destacado que muchas de las medidas proteccionistas entre Estados Unidos y China "son recíprocas", lo que pone de relieve el riesgo de que cada aumento inicial del proteccionismo pueda conducir a un círculo vicioso que se retroalimente.
En cuanto al impacto de esta fragmentación geoeconómica sobre la lucha contra la inflación, Nagel ha señalado su potencial impacto al alza sobre las presiones inflacionarias si la integración global se revirtiera y ha avisado de que, si bien los bancos centrales disponen de todas las herramientas necesarias para manejar una situación así, en última instancia, para el Eurosistema, una reducción notable de la integración global significaría que "tendría que fijar tasas de interés más altas para mantener la inflación a raya".
Asimismo, respecto de la utilidad de fijar topes de precios y subsidios para abordar la volatilidad de la inflación, como en el reciente caso de la electricidad, para el presidente del Bundesbank tales medidas pueden justificarse "en circunstancias excepcionales", pero ha defendido que cualquier medida de ese tipo debe ser temporal, dirigida a quienes realmente las necesitan y diseñada para crear los incentivos adecuados.
"En última instancia, son sólo un vendaje temporal sobre una herida grande y profunda", por lo que considera que no deberían ser una solución a largo plazo, ya que ocultan las señales de precios que indican los niveles relativos de oferta y demanda y, en consecuencia, la escasez de bienes y servicios.
Por otro lado, para el banquero central alemán la respuesta estructural de la eurozona a la fragmentación geoeconómica debería enfocarse a la transición a un sistema de producción de energía neutro en carbono, así como fortalecer la Unión de los Mercados de Capitales en Europa e introducir un euro digital.