El capital humano supone dos tercios de los ingresos a lo largo la vida de una persona y la mitad de ese valor lo da la experiencia laboral
MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
La clave para que los trabajadores asciendan profesionalmente es cambiar de función con frecuencia y hacer movimientos que les permitan ampliar sus habilidades de manera más rápida a través de la experiencia que van adquiriendo, según un informe de la consultora McKinsey & Company.
La investigación, llevada a cabo mediante analítica de 'big data', analiza la vida laboral de más de cuatro millones de perfiles profesionales en Estados Unidos, Alemania, Reino Unido e India para obtener una visión detallada de la trayectoria laboral de estas personas y de cómo el conjunto de habilidades adquiridas a lo largo del tiempo incidió directamente en sus ingresos a largo plazo.
Según el informe 'Human capital at work: The value of experience', elaborado por el McKinsey Global Institute y la práctica de Personas y Rendimiento Organizativo de la consultora, la media de la distancia de competencias requeridas al cambiar de una función a otra es del 25% o más.
Esto implica que muchas personas tienen capacidades latentes y el potencial de aprender habilidades adicionales, según McKinsey, que sostiene que el valor de un profesional se verá potenciado gracias a estos cambios en su entorno laboral que le permitirán obtener esas nuevas habilidades y conocimientos necesarios para su adaptación.
"Los movimientos audaces implican que los empleadores contraten a personas con habilidades menos probadas y que los trabajadores busquen oportunidades que representen un esfuerzo para poder crecer significativamente", explica.
CAMBIAR DE TRABAJO PARA MEJORAR EL SUELDO
Amaia Noguera, socia de McKinsey, ha señalado que esos movimientos "suelen ser rentables" para quien los realiza. "Teniendo en cuenta que, según la muestra, una persona media cambia de trabajo cada dos o cuatro años, el informe revela que, en el caso de los traslados en los que existe un aumento de la remuneración, el salario mejora entre un 30% y un 45%", ha detallado.
La conclusión es que "el movimiento es fundamental para aumentar los ingresos a lo largo de la vida, y, sobre todo, para las personas que empiezan en puestos menos remunerados", ha agregado.
El 80% de estos cambios de trabajo implican que los profesionales busquen nuevos empleadores para poder obtener las oportunidades de aprendizaje y crecimiento que buscan.
Sin embargo, esto no debería evitar, según la consultora, que las empresas inviertan en sus trabajadores --por miedo a perderlos--, sino que es "una gran oportunidad para que las empresas se adapten al cambio y a la movilidad, ayudando a sus profesionales a aprender y crecer en el trabajo".
McKinsey considera que las compañías "deben aspirar a transformarse en grandes organizaciones de aprendizaje y, como resultado, podrán convertirse en empresas atractivas para el mejor talento y ser reconocidas como empleadores de elección".
CONFIAR EN LA CAPACIDAD DE APRENDIZAJE DE LOS TRABAJADORES
El estudio indica que la trayectoria profesional de las personas se encuentra cada vez más condicionada por su experiencia, la cual influye en su nivel de ingresos a largo plazo.
Según los autores, el capital humano constituye aproximadamente dos tercios de la riqueza de una persona media, en términos de ingresos a lo largo de la vida, y la experiencia en el trabajo aporta la mitad de ese valor.
Esta cifra resulta aún mayor para las personas con menor formación, que empiezan a trabajar en empleos menos remunerados sin título universitario y donde la experiencia se vuelve especialmente importante, llegando a aportar entre un 60% y un 80% de sus ingresos.
Noguera ha destacado que "los ingresos no están necesariamente condicionados por el nivel de educación de las personas", pues los trabajadores que inician su carrera profesional con una menor cualificación "pueden recuperar terreno acumulando habilidades y experiencia profesional".
"Es aquí donde las empresas tienen una importante labor que desempeñar. Resulta esencial que no encasillen a las personas sólo por sus credenciales y se centren, más bien, en su capacidad de aprender y desarrollarse en el entorno laboral", ha afirmado.