La percepción de los hogares sobre la evolución reciente de sus ingresos condiciona mucho sus niveles de consumo, según el Banco de España
MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El consumo medio por hogar permanece por debajo de los niveles precios a la pandemia, mientras que la tasa de ahorro continúa por encima de los niveles de 2019 y también de su promedio histórico, según el último análisis del Banco de España.
A pesar de que los datos más recientes de la contabilidad nacional han supuesto una revisión al alza del nivel de consumo privado, la recuperación de este componente de la demanda se encuentra sensiblemente retrasada con respecto a la registrada por el PIB.
Desde el Banco de España han descartado que el envejecimiento poblacional esté detrás del comportamiento del consumo. De hecho, el consumo de hogares mayores 65 años ya ha recuperado nivel prepandemia.
Sin embargo, desde el organismo que dirige José Luis Escrivá han señalado que la percepción de los hogares sobre la evolución reciente de sus ingresos condiciona "de forma decisiva" sus niveles de consumo.
De acuerdo con una encuesta del Banco Central Europeo, los hogares --europeos y españoles-- tienden a percibir un mayor deterioro de sus ingresos reales en los últimos meses del que se ha producido.
Entre los hogares cuyos ingresos han aumentado en términos reales, aquellos que tienen una percepción más pesimista sobre la evolución de los mismos muestran menores niveles de consumo que el resto. Como ejemplo, los hogares pesimistas han gastado 1.500 euros menos en ocio y transportes que los optimistas.
EL PROBLEMA DE VIVIENDA SE CORRIGE, PERO ESTÁ "LEJOS DE RESOLVERSE"
En cuanto a la vivienda, el director general de Economía, Ángel Gavilán, ha señalado que el problema está "lejos de resolverse", aunque se está corrigiendo gracias a las políticas implementadas para elevar la oferta.
Según Gavilán, la oferta está empezando a reaccionar "pero menos de lo que se necesita" y se está acelerando la inversión y la construcción. De hecho, según el Banco de España, el indicador de ejecución de obra apunta a una aceleración de la inversión en vivienda en el cuarto trimestre.
Todo ello en un contexto en el que las compraventas de vivienda se mantienen cerca del nivel alcanzado a mediados de 2022 y en el que el precio de la vivienda creció un 8,1% interanual en el tercer trimestre, una tasa tres décimas superior a la observada en el trimestre anterior.