La deuda autonómica alcanzó en 2023 el nivel más bajo de la última década
MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
La agencia de calificación crediticia DBRS Morningstar ha advertido de que la incertidumbre sobre la reforma del sistema de financiación autonómica podría poner en jaque la convergencia fiscal de las comunidades autónomas.
En un informe publicado este lunes, la agencia de calificación ha recordado que la última reforma del sistema de financiación autonómica data de 2009 y ha advertido de que si se mantuviera como está, hay riesgo de una mayor divergencia entre regiones en términos de desempeño fiscal, junto con la deuda acumulada asociada para cada región.
Para DBRS Morningstar, la posibilidad de acuerdo sobre la reforma "parece difícil" en el entorno actual debido a la mayor fragmentación política, que está provocando una falta de alineamiento en los intereses regionales. "Este entorno afectará indirectamente a la capacidad de maniobra y negociación del gobierno nacional para alcanzar un acuerdo común", ha apuntado la agencia.
En todo caso, desde la entidad consideran que mecanismos extraordinarios como la anunciada quita de la deuda por parte del Gobierno ofrecen una oportunidad alternativa para reducir sus efectos.
La deuda de las comunidades autónomas disminuyó en 2023 hasta el 22,2% del PIB, el nivel más bajo de los últimos 10 años, principalmente gracias al crecimiento económico, aunque sigue habiendo diferencias significativas entre las regiones.
REACTIVACIÓN DE LAS REGLAS FISCALES EUROPEAS
Este año 2024 estará marcado por la reactivación de las reglas fiscales europeas. La agencia considera que las nuevas normas fiscales de la UE y la vuelta de la ley de estabilidad presupuestaria debería apoyar el esfuerzo de consolidación fiscal a nivel regional, pero ha advertido de que aún debe negociarse la reforma del sistema de financiación regional y la divergencia fiscal "podría seguir corriendo peligro".
La agencia de calificación ha alertado, en todo caso, de que las métricas de deuda regional siguen siendo relativamente elevadas y podrían plantear retos tanto para la sostenibilidad financiera regional, especialmente mientras los tipos de interés sigan siendo elevados, como, en última instancia, para la capacidad del Gobierno nacional de cumplir los compromisos fiscales o los objetivos de deuda.
Esto se debe a que la deuda regional y el déficit de financiación se consolidan en las cuentas nacionales, y las normas fiscales de la UE recientemente aprobadas requerirían una reducción del déficit del país por debajo del 3% y una reducción de la deuda del país hasta que la ratio de deuda se sitúe por debajo del 90% del PIB.
"El nuevo marco fiscal debería contribuir a la consolidación fiscal en curso, y si surgieran nuevos retos, la capacidad de planificar el gasto sería clave para el éxito", insiste la agencia de calificación en un su informe.