Grecia debe esperar para volver a financiarse a través del BCE
VIENA, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha defendido la necesidad de esperar a ver el impacto del último paquete de medidas adoptado en los meses de marzo y diciembre, así como a la implementación en junio de las actuaciones pendientes, aunque ha subrayado la voluntad, capacidad y disposición del instituto emisor para actuar si hace falta.
En su comparecencia ante los medios tras la reunión del Consejo de Gobierno, que decidió mantener estables los tipos de interés, el banquero italiano ha afirmado que las medidas aplicadas por la entidad "han marcado una gran diferencia", no dudando en subrayar que "han sido muy eficaces".
"El paquete (de medidas) de marzo ha sido instrumental para evitar un grave deterioro de las condiciones", declaró Draghi, quien expresó su confianza en que la eurozona reciba un "ímpetu adicional" de las medidas de política monetaria que aún tienen que implementarse, lo que ayudará a un mayor reequilibrio de los riesgos para las perspectivas de crecimiento e inflación.
En este sentido, el BCE ha informado de que el próximo 8 de junio comenzará su plan de compras de deuda corporativa, mientras que el 22 de junio lanzará la primera operación de su nueva serie de inyecciones de liquidez a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO II).
No obstante, el presidente del BCE ha añadido que la institución "no dudará en actuar sin demora" si fuera necesario, recordando que la entidad "puede ajustar el programa" en caso de encontrar dificultades para realizar sus compras de bonos. "Tenemos la voluntad, la capacidad y estamos listos", aseguró Draghi, quien añadió que la entidad, "no aprecia ninguna dificultad".
Sin embargo, Draghi ha reiterado la necesidad de que otras autoridades contribuyan de forma "más decisiva", potenciando así el efecto de las medidas de estímulo monetario.
"Si se adoptasen reformas estructurales, el tiempo que llevará alcanzar el objetivo de inflación será menor", dijo el banquero italiano.
MEJORA SUS PREVISIONES DE CRECIMIENTO.
Como reflejo en parte del impulso positivo derivado de las medidas de estímulo adoptadas, el BCE ha revisado al alza sus perspectivas de crecimiento para la eurozona en 2016, cuando el bloque del euro se expandirá a un ritmo del 1,6%, frente al 1,4% estimado el pasado mes de marzo.
La institución ha mantenido además su previsión de un crecimiento del PIB de la zona euro del 1,7% en 2017, mientras que ha recortado una décima su anterior proyección para 2018, hasta el 1,7%.
"Los peligros siguen inclinados a la baja, pero la balanza de riesgos han mejorado por las medidas de estímulo adoptadas", declaró Draghi, quien advirtió de la persistencia de problemas geopolíticos, incluyendo la incertidumbre por el resultado del referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE.
Asimismo, Draghi destacó que las medidas adoptadas han continuado aliviando el coste del crédito, subrayando la importancia de evitar la materialización de efectos de segunda ronda en salarios y en la fijación de precios.
En cuanto a la evolución de los precios, el BCE ha revisado ligeramente al alza su previsión de inflación para 2016, hasta el 0,2% desde el 0,1% estimado anteriormente para reflejar el movimiento al alza de los precios del petróleo.
De cara a los siguientes ejercicios, los técnicos del BCE han confirmado sus pronósticos de que los precios subirán un 1,3% en 2017 y un 1,6% en 2018.
El presidente del BCE apuntó que los tipos de interés seguirán a su nivel actual o a un nivel inferior durante un periodo prolongado de tiempo, mientras que el programa de compra de deuda permanecerá vigente al menos hasta marzo de 2017 o hasta que se produzca un ajuste sostenido de la inflación.
En este sentido, ante las críticas procedentes de Alemania por el impacto sobre los ahorradores de los tipos de interés negativos, el banquero italiano recordó que los tipos bajos "son consecuencia de la debilidad de la economía" y espetó a sus detractores que "para que los tipos de interés sean más altos mañana tienen que ser más bajos hoy".
Asimismo, Mario Draghi rechazó la posibilidad de que la institución llegara a plantearse un cambio en su objetivo de estabilidad de precios, actualmente fijado en un poco menos del 2%, ya que en su opinión esto dañaría la credibilidad del BCE.
GRECIA DEBE ESPERAR.
Por otro lado, cuestionado sobre la posibilidad de que el BCE vuelva a imponer una exención a los bonos de Grecia, que permitiría al país heleno volver a financiarse a través del BCE, el presidente de la entidad indicó que "no se ha tomado una decisión", por lo que esta situación requerirá al menos de otra reunión del consejo de Gobierno.
"La decisión de eximir a Grecia requerirá otra reunión", declaró Draghi, quien expresó la importancia de conocer la opinión del consejo del Mecanismo Europeo de Estabilidad Europea (MEdE).
Asimismo, el presidente del BCE ha indicado que la institución considera que la permanencia de Reino Unido en la UE sería beneficiosa para las dos partes, aunque ha reconocido que la institución "está lista para cualquier resultado (del referéndum)".