MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El PSOE propondrá este martes a la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso que la mitad de lo recaudado con el nuevo Impuesto sobre Transacciones Financieras --también llamada 'Tasa Tobin'-- que once países europeos van a poner en marcha se destine a luchar contra la pobreza y la otra mitad, a cooperación internacional.
Así consta en una proposición no de ley, que recoge Europa Press, en la que los socialistas también instan al Gobierno a impulsar en el seno de la UE la implantación de un Impuesto sobre Transacciones Financieras más amplio, que grave no sólo la compraventa de acciones sino también otro tipo de operaciones financieras como los derivados y bonos.
El principal partido de la oposición parte de la convicción de que implantar un tributo sobre operaciones financieras de ese tipo permitiría incrementar la recaudación pero también desincentivar la especulación financiera y limitar la volatilidad de los mercados.
Pero, además, señala que un impuesto de estas características tiene en estos momentos un "valor político y social" ya que sirve para demostrar a la ciudadanía que "el sistema financiero también asume parte de los costes generados por la crisis" y que no sólo los están pagando los trabajadores.
"Tras las consecuencias derivadas de actuaciones absolutamente irresponsables del mercado (financiero) y el impacto en la ciudadanía de la UE en términos de pobreza y desempleo, es cuando una vez más los ciudadanos organizados han rescato la necesidad de recuperar este impuesto", añaden los socialistas, recordando que la reclamación de la llamada Tasa Tobin no es nueva en la Historia.
AL MENOS EN ONCE PAÍSES.
Y es que la actual crisis financiera y económica ha permitido que tanto en Europa como en el ámbito internacional exista un "amplio consenso" sobre la implantación de este gravamen, si bien entre los estados miembros de la UE no existe unanimidad al respecto, lo que llevó a once países --entre ellos, España-- a acordar la profundización en la creación de este tributo mediante el régimen general de cooperación reforzada.
Sin embargo, "el Gobierno, pese a pertenecer a este grupo, sostendrá ante las instituciones europeas el establecimiento de un gravamen limitado a las adquisiciones de acciones de grandes empresas, sociedades con una elevada capitalización bursátil, oponiéndose a su ampliación a otro tipo de operaciones como, por ejemplo, los derivados", reprochan los socialistas.
Una posición "restrictiva" que el principal partido de la oposición rechaza por considerarla "contraria al espíritu y finalidad del Impuesto sobre Transacciones Financieras". Por ello, el PSOE reclama al Ejecutivo que en la próxima reunión del Ecofin en mayo y en el resto de reuniones comunitarias proponga y defienda la aplicación "inmediata" de este gravamen no sólo sobre las acciones sino también sobre otras operaciones como los derivados y los bonos.
Pero, además, reclama que la mitad de la recaudación que se logre con este impuesto se destine a la lucha contra la pobreza en España y la otra mitad a la Ayuda Oficial al Desarrollo y la lucha contra el cambio climático.