BRUSELAS, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) mantienen este lunes una reunión por videoconferencia en la que intentarán coordinar la respuesta económica de la moneda única al brote de coronavirus, presionados por el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, que reclaman coordinación y contundencia a las capitales.
Los responsables económicos de los Diecinueve afrontan este lunes una de sus reuniones más complicadas desde la crisis financiera y sobre ellos recaen las miradas después de que la presidenta del instituto emisor, Christine Lagarde, y la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, reclamasen la semana pasada acción y coordinación a las capitales de la zona euro para hacer frente al brote vírico.
"Es necesaria una respuesta fiscal ambiciosa y coordinada para apoyar a las empresas y trabajadores en riesgo", enfatizó el pasado jueves la francesa, que apuntó a la responsabilidad de los países ante las limitaciones de la política monetaria. Un día después, la alemana apuntó que el impacto sobre las economías de la zona euro será "temporal" pero los países deben "trabajar juntos para asegurar que sea todo lo corto y limitado posible".
Tras el hundimiento de las Bolsas al finalizar la semana, con el Ibex perdiendo más de un 14% el jueves en la peor sesión de su historia, la presión se concentra ahora en el Eurogrupo, que este lunes debe completar la respuesta monetaria adoptada el jueves por el BCE con estímulos fiscales coordinados a nivel nacional.
Países como Italia, Alemania y España ya han esbozado las primeras medidas de apoyo a sus economías, que pasan principalmente por líneas de crédito a empresas con problemas de liquidez, moratorias y aplazamientos en el pago de impuestos como el IVA o esquemas de ayudas a trabajadores despedidos o con jornadas y salarios reducidos.
El trabajo del Eurogrupo, ahora, es coordinar al máximo estas medidas nacionales y actuar de forma conjunta para evitar al máximo el impacto económico que, con seguridad, tendrá el brote de coronavirus sobre la economía europea. El Ejecutivo comunitario ya asume que 2020 terminará con una contracción del PIB, pero el objetivo es aliviar la caída.
"La mayor parte de las acciones iniciales corresponden a las capitales, pero lideraré que nuestro grupo acuerde una respuesta económica de la UE amplia y coordinada a esta crisis sanitaria", ha resumido el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, en un mensaje compartido en la red social Twitter, en la que también anunció que el encuentro no será presencial en Bruselas sino que se desarrollará por videoconferencia.
Los ministros tendrán sobre su mesa virtual el paquete de medidas que Bruselas presentó el viernes, encabezado por un plan de inversiones con el que pretende movilizar 37.000 millones de euros de fondos europeos hasta ahora no gastados en reforzar los sistemas sanitarios, sostener el mercado laboral e inyectar liquidez a pequeñas y medianas empresas en dificultades.
Además, la Comisión Europea ha prometido a los países una flexibilidad total en la aplicación de las reglas presupuestarias y sobre ayudas de Estado, un paso que abre la puerta a que eleven su gasto público sin miedo a ser sancionados por incumplir los límites de deuda y déficit públicos.
Ahora, los países deben decidir hasta dónde llevan esa respuesta. Francia e Italia son más partidarios de adoptar un estímulo fiscal masivo que permita levantar la economía. Frente a esta posición, el Gobierno defenderá la necesidad de dar una respuesta fiscal suficiente, pero también de evitar "comportamientos irresponsables".
"Queremos un estímulo fiscal que pueda compensar el efecto del coronavirus, pero no políticas que generen comportamientos irresponsables", han explicado fuentes del Ministerio de Economía, que remarcan la necesidad de "mantener los objetivos de consolidación" presupuestaria.