MADRID 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El crecimiento de la actividad manufacturera en España durante el pasado mes de junio perdió algo de impulso, según refleja el índice PMI, que bajó a 52,3 puntos desde los 54 de mayo, mientras que la presión de los costes se aceleró a máximos desde finales de 2022, según S&P Global.
"La incertidumbre tras las elecciones europeas está ejerciendo presión en los fabricantes españoles", ha señalado Jonas Feldhusen, economista de Hamburg Commercial Bank, para quien, no obstante, una diferencia crucial en comparación con el conjunto de Europa es que el índice en España todavía se encuentra en la zona de crecimiento débil, frente a la contracción en otras economías del euro.
En el mes de junio, el PMI de junio se vio respaldado por aumentos simultáneos, aunque más lentos, tanto de la producción como de los nuevos pedidos, que marcaron mínimos de tres meses.
Sin embargo, a juzgar por los encuestados, la incertidumbre política y económica limitó la captación de nuevos pedidos en general y también se manifestaron en las expectativas de los fabricantes, ya que la confianza fue notablemente más baja que en mayo, cayendo hasta su nivel más débil en lo que va de año.
De su lado, los datos de junio revelaron un aumento fuerte y acelerado de los precios de los insumos y los costes alcanzaron máximos desde noviembre de 2022, aunque los precios de venta aumentaron sólo modestamente y en menor medida que en mayo.
"Los fabricantes españoles se están enfrentando a una nueva aceleración de los precios de los insumos", ha señalado Jonas Feldhusen, para quien los costes de los transportes marítimos y una variedad de materias primas fueron especialmente responsables de la nueva subida de los precios de los insumos.
"Debido a la competencia en el mercado, las empresas sólo repercutieron parcialmente el aumento de los precios a los consumidores", ha añadido.