FRÁNCFORT, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los analistas consultados de forma trimestral por el Banco Central Europeo (BCE) han revisado a la baja sus previsiones de inflación y de crecimiento económico para 2019 y 2020, al mismo tiempo que han mantenido sus expectativas con respecto a la tasa de desempleo a largo plazo en el 7,5%, según ha informado este viernes la autoridad monetaria.
En concreto, los expertos han rebajado en dos décimas su perspectiva con respecto a la tasa de inflación de 2019, hasta situarla en el 1,5%. Para 2020, la estimación ha sido revisada a la baja en una décima, hasta el 1,6%, mientras que para 2021 se ha establecido en el 1,7% y la perspectiva a largo plazo ha caído una décima, hasta el 1,8%.
Con respecto a la tasa de inflación subyacente, los 'sabios' consultados por el instituto emisor han revisado a la baja su previsión para 2019 en una décima, hasta el 1,3%. De su lado, el pronóstico para 2020 ha caído en dos décimas, hasta el 1,5%, mientras que para 2021 se ha establecido en el 1,6%. Al igual que con la tasa general, la previsión de la inflación subyacente a largo plazo también se ha revisado a la baja en una décima, hasta el 1,7%.
Por otro lado, los expertos han recortado su previsión de crecimiento del PIB en 2019 hasta el 1,5% (tres décimas menos), mientras que para 2020 lo han situado en el 1,5% (una décima menos) y para 2021 en el 1,4%.
Los encuestados han mantenido su previsión de que la tasa de desempleo cerrará 2019 en el 7,8%, mientras que para 2020 la han elevado en una décima, hasta el 7,6%. No obstante, han mantenido su pronóstico a largo plazo en el 7,5%, la misma cifra que han dado para 2021.
La rebaja del panel de expertos consultado por el BCE viene después de que el pasado diciembre la autoridad presidida por Mario Draghi situara el crecimiento de la zona euro en el 1,7% en 2019, una décima menos que su anterior previsión.
De la misma forma, esta misma semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) también recortó su pronóstico de crecimiento para el club de los países que usan el euro como moneda común, hasta situarlo en el 1,6% para 2019 (tres décimas menos).