MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mantenido sin cambios su pronóstico de crecimiento mundial en el 3% para este año, lo que implica una desaceleración de medio punto porcentual respecto del dato de 2022, mientras que ha revisado una décima a la baja el ritmo de expansión previsto para 2024, hasta el 2,9%, según la nueva edición del informe 'Perspectiva Económica Mundial'.
En su análisis, el economista jefe del FMI, el francés Pierre-Olivier Gourinchas, defiende que "la probabilidad de un aterrizaje suave ha aumentado", aunque advierte de que la previsión de crecimiento mundial es la más baja en décadas.
En este sentido, si bien destaca que la economía mundial continúa recuperándose de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis por el alza de la inflación, lo que implica, en retrospectiva, que la resiliencia ha sido notable, también subraya que el crecimiento sigue siendo lento y desigual, con divergencias cada vez mayores.
De este modo, destaca que, a pesar de los trastornos de los mercados de energía y alimentos por la guerra y de un ajuste monetario sin precedentes para combatir la inflación, la actividad económica se ha desacelerado pero no se ha estancado. "La economía global avanza cojeando, no corriendo", resume Gourinchas.
Además de las previsiones de crecimiento, el FMI ha indicado que espera que la inflación general continúe desacelerándose desde el 9,2% en 2022 al 5,9% este año y al 4,8% en 2024, mientras que anticipa que la tasa subyacente también disminuya, aunque de manera más gradual, situándose en promedio en el 4,5% el año que viene.
"No es probable que la mayoría de los países vuelvan a alcanzar el objetivo de inflación hasta 2025", anticipa el economista jefe del FMI.