Ve margen para que el Banco de Inglaterra recorte los tipos este año hasta en 75 puntos básicos
MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -
La economía británica se aproxima a un "aterrizaje suave" que permitirá una recuperación más fuerte de lo esperado en 2024 y una mayor intensidad del crecimiento en 2025, según recoge el Fondo Monetario Internacional (FMI) en las conclusiones del informe anual 'Artículo IV' sobre Reino Unido, donde advierte a Londres en contra de nuevas rebajas de impuestos, dada la necesidad de estabilizar la deuda pública.
"La economía del Reino Unido se está acercando a un aterrizaje suave, y se espera una recuperación del crecimiento en 2024, fortaleciéndose en 2025", señala el FMI en la declaración final de la misión que ha visitado el país británico.
Los técnicos del FMI destacan el crecimiento del 0,6% en el primer trimestre de 2024, "lo que marca una salida de la recesión técnica más fuerte de lo esperado" y permite pronosticar ahora un crecimiento del PIB del 0,7% en el conjunto del año, dos décimas más de lo previsto, para acelerar su expansión al 1,5% en 2025 a medida que la desinflación impulse los ingresos reales y se relajen las condiciones financieras.
Asimismo, el FMI considera que el proceso de desinflación ha avanzado más rápido de lo esperado y las expectativas de fijación de precios y salarios para los próximos 12 meses también se han suavizado notablemente.
De este modo, aunque se espera cierta presión al alza sobre la inflación en la segunda mitad del año, se pronostica un retorno duradero al objetivo del 2% del Banco de Inglaterra (BoE) para principios de 2025 por lo que "la política monetaria ha llegado a un punto de inflexión" y la siguiente fase será flexibilizar.
En este sentido, para el FMI la recomendación del personal de rebajar la tasa de referencia entre 50 y 75 puntos básicos en 2024 tiene como objetivo equilibrar los riesgos entre un recorte prematuro o excesivamente tardío de los tipos de interés.
POLÍTICA FISCAL.
Por otro lado, las conclusiones del FMI señalan que, a pesar de que la estrategia de consolidación fiscal aplicada desde noviembre de 2022 ha dado como resultado una postura apropiadamente restrictiva, "últimamente se ha producido cierta relajación".
En este sentido, recuerda que, en sus dos últimos presupuestos, el Gobierno británico incluyó recortes de impuestos, en particular, haciendo permanentes las asignaciones para inversiones de capital y la reducción de la tasa principal de la Contribución al Seguro Nacional (NIC).
"A la luz del desafío fiscal a medio plazo, el personal técnico habría recomendado no aplicar recortes en las tasas del NIC, dado su coste significativo", señala el documento.
Asimismo, advierte de que, de cara al futuro, el Gobierno del Reino Unido enfrenta "necesidades apremiantes de inversión y prestación de servicios" que, en opinión del personal, serán difíciles de acomodar dentro de los planes oficiales de gasto a medio plazo.
De tal manera, los técnicos del FMI advierten de que las proyecciones apuntan a que no será suficiente para estabilizar la deuda neta del sector público en el medio plazo, con una ratio de alrededor del 97% del PIB en el año fiscal 2028/29, mientras que las presiones más allá del horizonte de proyección de cinco años, incluyendo el gasto relacionado con el envejecimiento, aumentarán aún más esta carga de deuda.
"A falta de un impulso importante al crecimiento potencial, seguramente la estabilización de la deuda en el mediano plazo implicará algunas decisiones difíciles", apunta la misión del FMI.
A tal fin, los técnicos plantean la posibilidad de recaudar ingresos adicionales mediante mayores impuestos al carbono y al uso de las carreteras, así como ampliando las bases del IVA y del impuesto a las herencias, y reformando los impuestos sobre las ganancias de capital y la propiedad.
Por el lado del gasto, el personal sigue recomendando indexar la pensión estatal (únicamente) a los aumentos del coste de vida, así como la posibilidad de incluir un mayor uso de cargos por servicios públicos, así como buscar ganancias de productividad, como la inversión anunciada por el gobierno en digitalización e inteligencia artificial dentro del sector público (incluido el NHS), aunque los ahorros asociados con estas iniciativas son difíciles de cuantificar en este momento.