Calcula que la crisis costará 12 billones de dólares (10,6 billones de euros) en dos años
WASHINGTON, 24 (EUROPA PRESS)
El impacto de la Gran Reclusión por la pandemia de Covid-19 será aún mayor de lo estimado inicialmente por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha revisado sustancialmente a la baja su previsión de caída del PIB mundial en 2020, cuando anticipa una recesión del 4,9%, la más profunda desde la Gran Depresión y mucho más severa que la contracción del 3% proyectada el pasado mes de abril, mientras que la salida de la crisis en 2021 será menos vigorosa de lo esperado, con un rebote del 5,4%, frente al 5,8% del anterior pronóstico.
"La pandemia de Covid-19 empujó a las economías a una Gran Reclusión, que ayudó a contener el virus y salvar vidas, pero también provocó la peor recesión desde la Gran Depresión", señala la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, quien señala que estas proyecciones apuntan a que las pérdidas acumuladas durante la crisis entre 2020 y 2021 superarán los 12 billones de dólares (10,6 billones de euros), una cifra equivalente a unas nueve veces el PIB de España.
De hecho, por primera vez se prevé que todas las regiones registren una contracción de la actividad en 2020, aunque el FMI señala que existen importantes diferencias entre las distintas economías como reflejo de la evolución de la pandemia y de la eficacia de las medidas de contención, así como de las diferentes estructuras productivas o la dependencia de sectores más negativamente afectados por la pandemia.
En este sentido, el FMI subraya el impacto adverso que la actual crisis está teniendo entre los más desfavorecidos y alerta de que hace peligrar los avances sustanciales en la lucha contra la pobreza cosechados desde los años 90.
No obstante, la institución apunta que sus pronósticos dependen de la intensidad de la contracción económica en el segundo trimestre de 2020, que aún no se ha completado, así como de la magnitud y duración del shock provocado por la pandemia en función de la evolución de la enfermedad y de si son necesarios nuevos confinamientos, así como del impacto de las medidas de distanciamiento social, la evolución del empleo o la reconfiguración de las cadenas de suministro de las empresas.
PREVISIONES.
Las nuevas proyecciones del FMI contemplan una contracción aún más intensa de la actividad en las economías avanzadas, con una caída del PIB en 2020 del 8%, frente al -6,1% anticipado en abril, mientras que el rebote esperado para 2021 será del 4,8%, apenas tres décimas más de lo proyectado anteriormente ante una peor evolución en el primer semestre del año y un mayor impacto de las medidas de distanciamiento por el temor a nuevos contagios, lo que hará que la recuperación sea más gradual en la segunda mitad del año.
De este modo, se registrarán profundas recesiones sincronizadas entre algunas de las principales economías avanzadas, con una caída del PIB de Estados Unidos del 8% en 2020 y un crecimiento del 4,5% en 2021, lo que representa un empeoramiento de lo previsto en abril de 2,1 puntos porcentuales este año y de dos décimas para 2021.
En el caso de la zona euro, el FMI proyecta una contracción del PIB del 10,2% en 2020, frente al -7,5% anticipado en abril, mientras que en 2021 el PIB de la región crecerá un 6%, mejor que el 4,7% previsto anteriormente. Por su parte, el PIB de Japón registrará una caída del 5,8% este año y una expansión del 2,4% el siguiente, cuando previamente se esperaba una recesión del 5,2% en 2020 y un rebote del 3% un año después.
Los países del Viejo Continente serán los principales damnificados por la Gran Reclusión, con Italia y España como economías que sufrirán mayores impactos negativos, con una caída del PIB del 12,8% en 2020 en ambos casos y una recuperación del 6,3% cada uno en 2021, lo que en el caso de España supone una revisión a la baja de 4,8 puntos para este año y una mejora de 2 puntos el siguiente, mientras que para Italia implica una rebaja de 3,7 puntos en el pronóstico de 2020 y una mejora de 1,5 en el del siguiente año.
Por su parte, Francia sufrirá este año una caída del PIB del 12,5%, cuando en abril se esperaba una contracción del 7,2%, aunque en 2021 rebotará un 7,3%, lo que implica una mejora de 2,8 puntos respecto del pronóstico anterior. En el caso de Alemania, el FMI vaticina una contracción del PIB del 7,8% en 2020, frente al -7% de abril, y una recuperación del 5,4% un año después, apenas dos décimas más de lo anticipado previamente.
Por su parte, fuera de la Unión Europea, el Reino Unido sufrirá una caída del PIB del 10,2% en 2020 y registrará una expansión del 6,3% el año próximo, cuando en abril se esperaba que la economía británica cayera un 6,5% para recuperarse un 4,3% en 2021.
En el caso de las economías emergentes, el FMI anticipa una contracción de la actividad del 3% en 2020, dos puntos porcentuales peor de lo previsto en abril, mientras que la recuperación estimada para el próximo año será del 5,9%, siete décimas por debajo de lo esperado anteriormente.
China, donde el impacto de la pandemia se centró con especial virulencia en los tres primeros meses de 2020, registrará este año un crecimiento testimonial del 1%, que en 2021 se acelerará al 8,2%, cuando en abril el FMI preveía un crecimiento del 1,2% y del 7,2%, respectivamente. Por su parte, India perderá un 4,5% del PIB en 2020, tras ver recortada en 6,4 puntos porcentuales su proyección de crecimiento desde abril, y crecerá un 6% en 2021, por debajo del 7,4% estimado anteriormente.
ESCENARIOS ALTERNATIVOS.
A pesar de que el escenario base del FMI no descarta un repunte de los contagios de Covid-19 en algunos países, la institución maneja dos hipótesis alternativas en función de la evolución de la pandemia, incluyendo en el caso menos optimista un rebrote considerable de la enfermedad a principios de 2021, que forzaría una segunda ola de confinamientos, así como una alternativa más halagüeña en la que la recuperación de la economía tras el levantamiento de las restricciones sea más rápida en la segunda mitad de 2020.
En caso de un fuerte rebrote de la enfermedad que llevará a aplicar nuevamente medidas de contención, el FMI confía en que estas serían algo menos lesivas para la actividad porque se prevé que estarían mejor enfocadas y se tomarían sobre la base de la experiencia de este año, mejorando su eficacia.
En todo caso, el FMI calcula que en este escenario más negativo el PIB mundial registraría en 2021 un crecimiento 4,9 puntos porcentuales por debajo del previsto en el escenario central, lo que equivaldría a una expansión del 0,5%, frente al crecimiento del 5,4% proyectado para el próximo año, mientras que en 2022 el comportamiento de la economía mundial sería aún 3,3 puntos porcentuales inferior al del escenario base.
En este sentido, el FMI apunta que en el caso de que la segunda ola de contagios se adelantase al otoño de 2020 el impacto económico sería notado con mayor intensidad este año.
Por el contrario, en el caso de una evolución más favorable, el PIB global mitigaría en medio punto porcentual la caída estimada por el FMI en 2020, limitándola al 4,4%, mientras que la recuperación de 2021 sería más vigorosa y llegaría al 8,4%.