WASHINGTON, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento mundial para este año y el siguiente, situándolos en el 3,2% y el 3,5%, respectivamente, frente al 3,4% en 2016 y el 3,6% en 2017 que auguraba el pasado mes de enero, advirtiendo de que "menos crecimiento supone menos margen de error".
En su análisis, el FMI atribuye gran parte de la responsabilidad de este escenario económico menos ambicioso al debilitamiento de la demanda, particularmente en el caso de la inversión, lo que ha provocado en el caso de los países exportadores de materias primas un "colapso comercial".
Asimismo, la institución reconoce el efecto sustractor de la inversión mundial derivado del reequilibrio en curso de la economía China, mientras recomienda a las economías avanzadas mantener políticas monetarias acomodaticias y apostar por la inversión en infraestructuras.
De este modo, los nuevos pronósticos del FMI contemplan una expansión de las economías avanzadas del 1,9% este año y del 2% en 2017, una revisión a la baja de dos y una décima respectivamente en relación a las previsiones del Fondo del pasado mes de enero.
Entre las principales economías avanzadas, la institución prevé un crecimiento de EEUU del 2,4% en 2016 y del 2,5% en 2017, frente al 2,6% proyectado en enero para ambos ejercicios. En el caso de la zona euro, el FMI ha revisado a la baja en dos décimas el pronóstico de 2016, hasta el 1,5%, y en una décima el de 2017, hasta el 1,6%.
En el caso de Japón, el FMI ha realizado una drástica revisión a la baja de sus expectativas de crecimiento al proyectar una expansión del PIB del 0,5% este año, medio punto porcentual menos que anteriormente, mientras que en 2017 prevé una contracción del 0,1% del PIB japonés, cuando en enero preveía un crecimiento del 0,3%.
REVISA AL ALZA EL CRECIMIENTO DE CHINA.
Por otra parte, las nuevas previsiones del FMI contemplan un crecimiento de las economías emergentes del 4,1% en 2016, dos décimas por debajo del pronóstico de enero, y del 4,6% en 2017, frente al 4,7% de la anterior previsión.
Estos peores pronósticos para las economías emergentes se explican principalmente por la corrección a la baja en las previsiones para Rusia, Latinoamérica y Oriente Próximo, ya que el FMI ha revisado dos décimas al alza sus proyecciones para China en 2016 y 2017, cuando espera un crecimiento del 6,5% y 6,2%, respectivamente.
En el caso de Rusia, los pronósticos del FMI contemplan una caída de la actividad en 2016 del 1,8%, ocho décimas peor que en enero, mientras que en 2017 la economía rusa crecerá un 0,8%, frente al 1% previsto anteriormente.
Por su parte, la institución ha recortado en dos y una décima respectivamente sus previsiones para Latinoamérica en 2016 y 2017, cuando la región sufrirá una contracción del 0,5% en 2016 y crecerá un 1,5% un año después.
MENOS MARGEN DE ERROR.
"Menos crecimiento supone menos margen de error", indicó Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI, advirtiendo de que un bajo crecimiento persistente provoca cicatrices que por sí mismas reducen el potencial de la economía y, con ello, la demanda y la inversión.
En este sentido, Obstfeld advirtió de que el empeoramiento de las previsiones reclama una respuesta "inmediata y proactiva" en apoyo del crecimiento, señalando la necesidad de acometer una mezcla "más potente" de políticas sobre una triple base de medidas fiscales, monetarias y estructurales.
"Si las autoridades nacionales reconocen con claridad los riesgos que afrontan y actúan conjuntamente, los efectos positivos para la confianza global podrían ser sustanciales", añadió.