Espera recaudar por impuestos 425.240 millones de euros en 2026, hasta el 26,5% del PIB, y reducir el peso de los gastos sobre el PIB al 46,3%
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Gobierno calcula que, para 2026, los ingresos públicos alcanzarán la cifra récord de 704.391 millones de euros, frente a los 611.907 millones de euros estimados para 2023, lo que elevara el porcentaje de ingresos públucos sobre el PIB desde el 43,4% de 2023 al 43,8% en 2026.
Así lo refleja el Programa de Estabilidad 2023-2026 que el Gobierno ha remitido a la Comisión Europea, en el que incorpora las perspectivas macroeconómicas y fiscales para dicho periodo.
El Ejecutivo proyecta una recaudación por impuestos de 359.080 millones de euros para este año, con un crecimiento del 8,8% sobre 2022, aunque más moderado que el 11,4% logrado sobre 2021.
El Gobierno espera que este "dinámico" crecimiento de los impuestos se mantenga hasta 2026, pero con "una progresiva ralentización".
Así, calcula que se alcanzarán tasas de crecimiento de los ingresos fiscales del 7,4%, del 5,2% y del 4,9% para 2024, 2025 y 2026 respectivamente, lográndose al final del periodo, un montante de 425.240 millones de euros, frente a los 385.499 millones de euros de 2024.
Esta proyección conllevará un aumento de la ratio de impuestos sobre el PIB del 25,8% al 26,5%.
El Gobierno precisa en el Programa de Estabilidad que esta senda de ralentización del crecimiento de los impuestos coincide con el perfil cíclico del PIB, tanto en términos reales como nominales.
RALENTIZACIÓN DE LOS INGRESOS POR IRPF Y PATRIMONIO
Para 2023, el Ejecutivo estima unos ingresos por los Impuestos sobre la Renta (IRPF), Patrimonio y Otros de 186.430 millones de euros, un 13,3% más que en 2022, pero por debajo del incremento del 14,7% logrado en 2022 sobre 2021. Aún así, será la partida que experimente el mayor crecimiento de este año.
Para el periodo 2024-2026, proyecta que la recaudación por IRPF, Patrimonio y otros impuestos presenten una ralentización a lo largo de todo el periodo. Así, prevé una tasa de crecimiento del 8%, del 7,4% y del 6,5% para 2024, 2025 y 2026, respectivamente, alcanzando, al final de la serie, la cifra de 230.396 millones de euros, frente a los 201.377 millones de euros estimados para 2024.
En lo que respecta al Impuesto sobre Sociedades, el Gobierno prevé en 2023 un comportamiento "más dinámico" que el del IRPF y que en 2022, no sólo por la evolución estimada los beneficios empresariales, sino también por el impacto de las medidas adoptadas por el Ejecutivo.
Para los años siguientes, siguiendo el mismo perfil cíclico de la remuneración de los asalariados y el empleo, la recaudación por IRPF y el Impuesto sobre la Renta de No Residentes perderán fuelle, pero esta ralentización en el crecimiento de los ingresos aún será "más acusada" en el caso del Impuesto de Sociedades.
Por contra, la estimación de la recaudación de los Impuestos sobre Producción e Importaciones mostrará un patrón diferente, según las proyecciones del Ejecutivo. Su crecimiento para 2023 se estima en el 4,6%, por debajo del calculado para el IRPF, Patrimonio y Otros, hasta un total de 167.576 millones de euros.
Sin embargo, los ingresos derivados de los Impuestos sobre la Producción e Importaciones experimentarán en 2024 un "importante rebote", pasando de crecer en 2023 a una tasa del 4,6% a aumentar un 6,8% en 2024, para luego ralentizar su crecimiento hasta el 2,8% en 2025 y el 3% en el 2026. Estas tasas suponen alcanzar los 189.490 millones de euros en 2026, frente a los 178.927 millones de euros de 2024.
El Gobierno proyecta además un crecimiento de las cotizaciones sociales del 9% en 2023, hasta suponer el 13,9% del PIB, por el buen comportamiento del empleo, la mejora de las condiciones de contratación impulsada por la reforma laboral, y la subida del Salario Mínimo Interprofesional.
Para 2024-2026, el Ejecutivo calcula que los ingresos por cotizaciones representarán el 14% del PIB.
En estas cifras se incluye tanto para 2023 como para los ejercicios posteriores el efecto del MEI (Mecanismo de Equidad Intergeneracional), cuyo impacto será progresivo a lo largo de los próximos ejercicios, así como el resto de medidas de la reciente reforma de pensiones.
LOS GASTOS REDUCIRÁN SU PESO SOBRE EL PIB AL 46,3%
Por la parte de los gastos, el Gobierno estima que su peso sobre el PIB se reducirá un punto en 2024, desde el 47,3% hasta el 46,3%, una vez normalizada la situación derivada de la crisis de la Covid y de la guerra en Ucrania, para mantenerse constante hasta 2026.
En lo que respecta al gasto en intereses, se prevé que esta rúbrica aumente un 7% en 2023, aunque mantendrá su peso del 2,4% sobre el PIB respecto del ejercicio anterior.
"El impacto de la fuerte subida de tipos de interés del Banco Central Europeo se traslada lentamente al gasto en intereses debido a la elevada vida media de la cartera de deuda gestionada por el Tesoro. De esta manera, a partir de 2024 se espera un aumento moderado y asumible del gasto en intereses como porcentaje de PIB", señala el Gobierno.
En concreto, la proyección es que el gasto en intereses escale desde el 2,4% del PIB en 2023 hasta el 2,9% del PIB en 2026.
GASTO EN PENSIONES: UNA MEDIA DEL 14% DEL PIB ENTRE 2022 Y 2050
El Gobierno estima que en el Programa de Estabilidad que, tras las reformas aprobadas en esta legislatura, el gasto en público en pensiones alcanzará el 14% del PIB en promedio en el periodo 2022-2050.
El Ejecutivo asegura que la sostenibilidad del gasto en pensiones ha quedado reforzada con el impacto que las nuevas medidas incluidas en el paquete de reformas tienen en términos de ingresos, que se desplegarán gradualmente y llegarán a suponer el 1,7% del PIB en 2050.
Las proyecciones del Ejecutivo apuntan a que el gasto público total asociado al envejecimiento de la población (incluye pensiones, sanidad, dependencia, y educación) se situará en el 26,1% del PIB en 2050, con un aumento de 3 puntos de PIB desde 2022.
Según los cálculos del Gobierno, el gasto en sanidad y en cuidados de larga duración aumentarán, de manera conjunta, en 1,8 puntos de PIB, mientras que el gasto en pensiones aumentará en 1,7 puntos de PIB.
Finalmente, el gasto en educación experimentará una contracción de 0,4 puntos de PIB debido, fundamentalmente, al menor número de jóvenes proyectado para las próximas décadas como consecuencia de las bajas tasas de fertilidad en España, señala el Ejecutivo.