MADRID 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Uruguay espera que el Producto Interior Bruto (PIB) del país crezca un 3,5% en 2024, después de un año 2023 en el que se ha dado una baja expansión de apenas el 0,5% debido al efecto negativo de la sequía sobre la economía.
Esta es la principal conclusión de la presentación que ha realizado este miércoles la ministra de Economía y Finanzas de Uruguay, Azucena Arbeleche, de la situación fiscal del país y las perspectivas macroeconómicas para 2024.
Pese a que la sequía tuvo un impacto mayor del que se preveía inicialmente, el año 2023 ha concluido con resultados favorables, según ha defendido la ministra, que ha querido destacar las buenas cifras de creación de empleo, la bajada de la inflación o la recuperación de los ingresos reales.
En esta línea, la economía uruguaya se encontraría un 3,6% por encima de los niveles previos a la pandemia y, solo en 2024, tendrá una expansión del 3,5%, cercana a la que se calculaba hace más de seis meses. "Absolutamente todo va a estar mejor en 2024 que en 2023", ha afirmado.
DINAMISMO LABORAL
Entre otros, se espera que el mercado de trabajo mantenga el dinamismo de los últimos años, contando con más de 14.000 nuevos trabajadores. En lo que se refiere a la inflación, se espera que se sitúe en el entorno del 4%.
Al cierre de diciembre, la inflación fue en Uruguay del 5,1% interanual. Para el Gobierno, este dato es "sumamente positivo" y evidencia la consolidación en los últimos meses de la tendencia a la baja.
Esta significativa bajada de la inflación es "extremadamente positiva" y repercute directamente en el bolsillo de las personas, tal y como ha destacada Arbeleche, llevando a una mejor calidad de vida a los uruguayos.
Además, el comportamiento benévolo de la inflación en Uruguay ha sido salientado por la ministra en un contexto internacional complicado, marcado por varios conflictos bélicos y una situación inestable en la región de América Latina, principalmente en Argentina, que ha afectado al desempeño económico en la frontera con Uruguay.
Finalmente, el Gobierno de Uruguay ha puesto en valor que el país tenga la calificación crediticia más alta de toda la historia por parte de las distintas agencias, con el grado mínimo de inversión, lo que es fruto de la conducta fiscal y del escenario macroeconómico positivo.