MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La confianza de los consumidores alemanes se está viendo muy afectada por la guerra en Ucrania y los elevados niveles de inflación, lo que apunta a una nueva caída del indicador elaborado por GfK a un mínimo de -27,4 puntos, frente a los -26,2 del mes anterior, su peor lectura desde el comienzo de la serie histórica en 1991.
"La guerra en Ucrania y las interrupciones en las cadenas de suministro están provocando que los precios de la energía y los alimentos en particular se disparen, lo que resulta en un clima de consumo más sombrío que nunca", explicó Rolf Bürkl, experto en consumo de GfK.
"Sobre todo, el aumento en el coste de la vida, que es casi de un 8% en la actualidad, está pesando mucho sobre la confianza del consumidor y provocando una espiral descendente", añadió.
Tras una breve recuperación en mayo, las expectativas económicas han vuelto a empeorar este mes. El indicador correspondiente ha caído 2,4 puntos hasta -11,7 puntos, ya que los consumidores siguen viendo un riesgo significativo de que la economía alemana caiga en recesión.
Asimismo, las expectativas de ingresos han continuado su caída en junio. En concreto, el indicador ha bajado 9,8 puntos, hasta los -33,5 puntos, el valor más bajo en casi 20 años, ante el impacto de la inflación en el poder adquisitivo de los hogares.
De este modo, los recursos financieros ahorrados durante el confinamiento por la Covid-19 probablemente ya no se utilizarán para comprar en la medida deseada y la economía doméstica sufrirá en los próximos meses.
Como consecuencia del deterioro de las expectativas económicas y de ingresos, la propensión a comprar de los consumidores también ha disminuido, con el indicador cayendo 2,6 puntos a un valor actual de -13,7, el más bajo desde octubre de 2008.
Así, para Bürkl, además de poner fin a la guerra en Ucrania, el factor clave para un cambio sostenido en la confianza del consumidor sería una reducción de las tasas de inflación, para lo que Banco Central Europeo debe brindar apoyo con una política monetaria adecuada, aunque las medidas implementadas deben ser consideradas cuidadosamente para evitar que una política demasiado restrictiva sumerja en una recesión a la economía alemana.