MADRID 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha calificado de "bastante positivos" los datos de inflación del mes de junio publicados por países como España, Alemania o Francia, aunque ha subrayado que hay que ser "muy prudentes" ya que los próximos meses "no serán fáciles" y se producirán altibajos.
"Los últimos datos de inflación de este mes para Alemania, España, Francia han sido bastante positivos", ha indicado Guindos en una entrevista con la cadena CNBC, recogida por Europa Press, en la que ha apuntado que los efectos de base están jugando un papel muy importante en la evolución de la inflación.
Asimismo, dado que los diferentes gobiernos de la eurozona están retirando las medidas de apoyo implementadas durante la crisis energética, el vicepresidente del BCE advierte de que "vamos a tener altibajos".
De tal modo, para Guindos puede esperarse que la inflación "va a ser alta" hasta final de año, moviéndose alrededor de los niveles actuales, tanto para la inflación general como para la inflación subyacente.
En cuanto a la evolución de la economía, para el español no es probable que el crecimiento del PIB en el segundo trimestre vaya a ser muy diferente al primero, cuando la eurozona creció un 0,3%.
"Esa tasa de crecimiento no será muy diferente, por lo que hay una recuperación muy ligera", ha indicado.
Ante este panorama, dada la incertidumbre que atraviesa la eurozona, el exministro español de Economía ha reiterado que el BCE no tiene ningún tipo de camino predeterminado en términos de decisiones de política monetaria y dependerá de los datos, reunión por reunión
En este sentido, además de los riesgos geopolíticos, incluyendo la situación en Oriente Próximo y en Ucrania, el vicepresidente del BCE ha apuntado el impacto relacionado con los procesos electorales que se están celebrando y que "están generando mucha incertidumbre" al margen de factores como la evolución del mercado laboral, de los salarios y la productividad.
Por otro lado, Guindos ha advertido de la posibilidad de una fragmentación de la economía global, lo que podría tener un impacto perjudicial en la evolución de la economía mundial y afectar indirectamente a Europa.
"Tenemos que ser muy prudentes", ha resumido, subrayando la confianza del BCE de que la inflación convergerá hacia la definición de estabilidad de precios del 2%, aunque los próximos meses "no serán fáciles, será un camino lleno de baches".
"Aunque creemos que la dirección de la política monetaria es clara, en el corto plazo tenemos que ser extremadamente prudentes", ha apostillado.