El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, recomienda "evitar cualquier estridencia que pudiese tensar los ánimos"
MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, ha recordado este lunes a Grecia que "las deudas hay que pagarlas", porque "se debe dinero no a los gobiernos, sino a los ciudadanos".
"Cuando uno forma parte de la Unión Europea, la soberanía es un concepto relativo", ha apuntado García Margallo, que ha añadido que, si todos los países son "miembros del club", todos tienen que "aceptar sus reglas y honrarlas".
García Margallo ha apuntado en el desayuno-coloquio con el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, celebrado en la Casa América, que "una cosa son las ensoñaciones y otra gobernar, que es el arte de lo posible". En su opinión, la deuda "no es el problema", ya que esta "se empieza a pagar dentro de 30 años y los intereses del segundo programa de rescate, dentro de diez años". "Esos intereses nos cuestan dinero, porque a España nos sale más caro pedir el dinero que vamos a prestar a Grecia que el tipo de interés que paga", ha apuntado.
"No es razonable que el Gobierno griego pretenda tener un salario mínimo interprofesional más alto que el de aquellos países que, con gran sacrificio, les estamos pagando dinero", ha concluido el ministro.
Por su parte, Gurría ha apuntado que es una "buena noticia" que haya habido un acuerdo previo al "acuerdo puente" entre el Gobierno griego y las instituciones europeas, pero que "habría que evitar cualquier estridencia que pudiese tensar unos ánimos, que ya de por sí estaban bastante crispados".
El secretario general de la OCDE ha señalado que el Gobierno griego debe llevar a cabo a medio y largo plazo unos "propósitos fundamentales", como "poner los impuestos en las leyes, que se recauden y se sancione a quienes no los paguen". Además, Grecia debe "combatir los monopolios y oligopolios", luchar contra la corrupción y buscar la eficiencia de las administraciones públicas, en opinión de Gurría.
"Los países tienen realidades políticas y estas se tienen que reconocer por parte del Gobierno entrante" para que el diálogo sea "lo más fructífero posible", ha añadido.