MADRID 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
La confianza de los empresarios alemanes ha empeorado en noviembre, lastradas por el fuerte deterioro de su percepción de la presente coyuntura, que registra mínimos desde 2020, según refleja el índice elaborado por el Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo), que se ha situado en 85,7 puntos desde los 86,5 del mes anterior.
"El clima empresarial en Alemania se ha vuelto más sombrío", ha señalado el presidente de Ifo, Clemens Fuest, para quien "la economía alemana se tambalea".
En noviembre, las compañías germanas han empeorado su visión sobre la situación actual de la economía alemana a 84,3 puntos desde los 85,7 del mes anterior, la peor lectura del dato desde julio de 2020.
De su lado, el subíndice de expectativas muestra un leve empeoramiento respecto de octubre, con una lectura de 87,2 puntos, frente a los 87,3 del mes pasado.
En el sector manufacturero, el clima empresarial empeoró al mostrarse las empresas algo escépticas sobre los próximos meses, aunque estaban más satisfechas con el status quo, mientras que en el sector servicios, el índice de clima empresarial cayó significativamente, ya que las empresas evalúan la situación actual significativamente peor y las expectativas también son más pesimistas.
En cuanto al comercio, el índice volvió a subir en noviembre debido a una mejora de la percepción de la coyuntura y unas expectativas menos pesimistas. En la construcción, sin embargo, la confianza empeoró notablemente porque las empresas estaban menos satisfechas con el negocio actual y sus expectativas también fueron más escépticas.
A la debilidad de la economía alemana, confirmada por la revisión a la baja del dato del PIB del tercer trimestre por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), que recortó una décima el dato preliminar de expansión, hasta el 0,1%, después de la contracción del 0,3% en el segundo trimestre, se suman las malas lecturas de actividad del PMI de noviembre, que cayeron a mínimos de 9 meses, con recesión tanto en las manufacturas como en los servicios.
Asimismo, a las dificultades que viene arrastrando la economía germana en los últimos años se le añaden incertidumbres por la crisis política que ha desembocado en la ruptura de la coalición de Gobierno en Alemania y la convocatoria de próximas elecciones, así como la victoria de Donald Trump y su posible agenda proteccionista para EE.UU. y la debilidad de la demanda de China.
"El índice Ifo débil de hoy no contribuye a disipar los temores de una recesión invernal", señala Carsten Brzeski, economista pricipal de ING Research, destacando que la caída del Ifo en noviembre, sobre todo en la evaluación actual, refleja principalmente a titulares negativos y anuncios de reestructuración de grandes empresas, una escalada de la guerra en Ucrania y una cartera de pedidos industriales y un consumo aún débiles.
Además, el experto advierte de que el riesgo de que los resultados de las elecciones estadounidenses y el colapso del Gobierno alemán sigan dejando su huella en el sentimiento durante los próximos meses es alto, por lo que concluye que el dato del Ifo se suma a la evidencia de que la economía alemana "sigue atrapada en el estancamiento y que, tras un crecimiento magro en el tercer trimestre, parece probable una recesión invernal".