La inflación cerrará este año en el 5,25% y no bajará del 2% hasta mediados de 2025
MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El crecimiento económico del PIB británico continúa siendo "tenue", y crecerá tan solo un 0,4% este año al verse afectado por la política monetaria y fiscal para contener la inflación y los efectos "prolongados" de disrupciones comerciales, según ha advertido este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tal y como recoge la publicación para el Reino Unido del Artículo IV, donde el FMI hace un análisis económico de cada país miembro, el crecimiento repuntará de forma "gradual" hasta el 1% en 2024 a medida que la desinflación alivie los ingresos reales. De cara a 2025 y 2026, la expansión se beneficiará de unas condiciones monetarias y financieras más "destensadas".
De su lado, la caída de los precios de la energía y el aumento de los recursos no utilizados contribuirán a reducir la inflación al entorno del 5,25% para finales de 2023 para quedarse por debajo del 2% a mediados de 2025.
En cuanto a la política monetaria, el FMI ha "aplaudido" el endurecimiento acometido por el Banco de Inglaterra, incluida su última subida de 50 puntos básicos acordada el 22 de junio. Además, el FMI ha avisado de que podrían ser necesarias más alzas de tipos.
"De mostrar las presiones inflacionistas señales de renovada persistencia, podría ser necesario subir los tipos más y habría que mantenerlos más altos y por más tiempo", ha valorado el organismo.
Asimismo, el FMI ha recordado que la política fiscal debe complementar a la monetaria a la hora de doblegar la inflación y, en este sentido, ha recordado que la inestabilidad financiera desatada en septiembre de 2022 tras el conocido como 'mini-budget' se ha disipado gracias a "la intervención del Banco de Inglaterra y dos presupuestos prudentes".
El sistema financiero se ha mostrado "resiliente", pero conviene "vigilar" el mercado hipotecario e inmobiliario, así como reducir las "vulnerabilidades" de las instituciones financieras no bancarias.
Por su parte, el FMI ha asegurado que preservar unos servicios públicos de calidad implicaría un incremento del gasto en el medio plazo. Para que esta línea de actuación estuviera en consonancia con la reducción de la deuda pública, se necesitarían aumentar los ingresos.
El FMI recomienda reforzar los impuestos medioambientales y de propiedad; eliminar lagunas en los tributos de riqueza y renta, así como una reforma de las pensiones. Igualmente, la institución multilateral ha animado al Gobierno británico a que ahorre los posibles ingresos extra generados por el plan de consolidación acometido.
El organismo gemelo del Banco Mundial ha hecho también hincapié en la importancia de las reformas estructurales que refuercen la disponibilidad de mano de obra, la inversión empresarial y la productividad. A este respecto, el acuerdo de Windsor rubricado entre Reino Unido y la Unión Europea ha reducido la "incertidumbre post-Brexit".