MADRID 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
La actividad manufacturera de Estados Unidos mejoró en noviembre al situarse en los 49,7 puntos desde los 48,5 anteriores, lo que se ha traducido en una "cuasiestabilización [del sector] en el ecuador de la segunda mitad del año" y en la marca menos desfavorable dentro de los últimos cinco meses de contracciones, según el índice de gerentes de compras (PMI) elaborado por S&P Global.
La agencia ha explicado que el ritmo de retroceso de los nuevos pedidos se frenó "bruscamente", mientras que la mayor confianza en el futuro animó a las empresas a contratar más personal. Sin embargo, la producción siguió reduciéndose.
El informe mensual recoge que "algunos" fabricantes apuntaron a un alza en los encargos nacionales tras los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre que dieron un segundo mandato a Donald Trump. Por otra parte, los nuevos pedidos de exportación disminuyeron a la velocidad más acusada desde junio de 2023 por culpa del empeoramiento de la demanda internacional.
Después, la tasa de inflación de los costes de los insumos siguió debilitándose y fue la más lenta en un año, mientras que los precios de producción aumentaron a un ritmo ligeramente superior.
"El ánimo de los fabricantes estadounidenses mejoró en noviembre, aunque cualquier positivismo aún no se ha traducido en un aumento de la producción en las fábricas", ha explicado el economista jefe del área de empresas de S&P Global Market Intelligence, Chris Williamson.
"Obviando la pandemia, la diferencia entre la producción prevista y la actual es ahora la mayor de los últimos diez años, lo que subraya la marcada divergencia entre las duras condiciones presentes y las crecientes expectativas de que vendrán tiempos mejores", ha añadido.
Asimismo, Williamson ha mencionado que los potenciales aranceles que vendrán con la segunda Administración Trump está empujando a las empresas a adquirir más insumos para adelantarse a posibles incrementos en sus precios.