MADRID 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Índice de Gestores de Compras de servicios (PMI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos se desaceleró en septiembre hasta los 55,2 puntos desde los 55,7 enteros registrados en agosto, lo que es un "alza potente" que permite encadenar 20 meses en positivo, según ha desvelado S&P Global.
La actividad empresarial creció gracias a un aumento de la demanda que fue parcialmente impulsado por la bajada de los tipos de interés acometida por la Reserva Federal (Fed).
Las nuevos pedidos siguieron aumentando sólidamente por quinto mes consecutivo, lo que provocó una acumulación de trabajo pendiente de entrega al mostrarse las compañías "cautelosas" a la hora de contratar ante las "fuertes presiones de costes". De hecho, los precios de los insumos subieron al ritmo más rápido en un año y los de venta al público también se aceleraron.
En cuanto al futuro, las compañías son pesimistas por la potencial ralentización de la economía, lo que ha provocado el desplome de la confianza hasta mínimos de octubre de 2022. Esta circunstancia se ha producido incluso aunque el sector siguiese creciendo durante septiembre y asumiera que la demanda mejoraría tras las elecciones de noviembre y por los menores tipos.
"Resulta alentador que el incremento de pedidos creciera a un ritmo solo ligeramente inferior al máximo de 27 meses alcanzado en agosto. Los encuestados ya han señalado que la bajada de los tipos de interés ha impulsado la demanda, sobre todo de servicios financieros que, junto con la sanidad, sigue siendo un sector especialmente dinámico", ha explicado el economista jefe de S&P Market Intelligence, Chris Williamson.
"Sin embargo, las empresas están cada vez más preocupadas por las perspectivas, ya que la confianza empresarial se desplomó en septiembre ante la incertidumbre provocada por los próximos comicios y la percepción de un mayor riesgo de recesión", ha alertado.
En este sentido, Williamson ha indicado que el alza del PMI está siendo "cada vez más descompensado" ante el buen desempeño de los servicios y el retroceso de las manufacturas. Aun así, las dificultades de la industria ya estarían trasvasándose hacia los servicios también.
Además, la inflación de servicios repuntó por el fuerte componente salarial, lo que podría "atemperar el entusiasmo de la Fed por más recortes agresivos".