El presidente del organismo defiende que reducir la deuda pública no es una política de derechas ni izquierdas, sino un imperativo
MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal de Cuentas de Francia ha advertido este lunes de que el país galo se encuentra "en una situación preocupante", dado que la creciente deuda pública, impulsada por déficits reiterados, registra un coste cada vez mayor que constriñe todos los demás gastos, socava la capacidad inversora del país y deja peligrosamente expuesta a la economía en caso de un nuevo 'shock' macroeconómico.
"Reducir la deuda pública no es una política de derechas, ni es una política de izquierdas, es un imperativo para todos", ha asegurado este lunes el presidente del Tribunal, Pierre Moscovici, para quien el próximo Gobierno tendrá que afrontar esta situación.
En su análisis de las cuentas públicas y de las perspectivas fiscales del país, publicado una semana después de la celebración de la segunda ronda de las elecciones legislativas francesas, el Tribunal apunta que, si bien la situación económica ha vuelto a la normalidad y la inflación ha disminuido, "Francia se encuentra ahora en una situación preocupante".
"Esta situación es tanto más preocupante en tanto que la trayectoria de reducción del déficit público no incluye las inversiones esenciales que habrá que realizar para hacer frente al cambio climático", advierte el organismo, presidido por el que fuera comisario europeo de Economía entre 2014 y 2019.
El auditor de las cuentas nacionales considera así que Francia deberá "hacer esfuerzos difíciles" para recuperar el control de las finanzas públicas y cumplir sus compromisos, tanto con los países de la eurozona como con las generaciones futuras, a través de una estrategia creíble que preserve el crecimiento y la cohesión social.
En este sentido, recuerda que el déficit público alcanzó los 154.000 millones de euros, equivalente 5,5% del PIB en 2023 y sostiene que la situación de Francia contrasta marcadamente con la de sus principales socios europeos, que lograron estabilizar o incluso reducir significativamente su déficit el año pasado.
El documento explica que este empeoramiento del déficit francés se debe a una peor recaudación de los impuestos obligatorios y las rebajas a los nuevos impuestos, además de a la ausencia de ahorro estructural, ya que el gasto, excluyendo el servicio de la deuda y las medidas excepcionales, "sigue creciendo a un ritmo significativamente superior a la inflación", lo que impulso la deuda pública por encima de su nivel anterior a la crisis, hasta alcanzar los 110 puntos del PIB.
De este modo, según el programa de estabilidad, el déficit se mantendría por encima de los 5 puntos del PIB y la deuda pública aumentaría 1,7 puntos en 2024, señala el Tribunal, que a falta de conocer la estrategia presupuestaria que proponga el nuevo Gobierno, ve el cumplimiento de las metas fiscales "lejos de alcanzarse".
Asimismo, el Tribunal advierte de que, en vísperas de las elecciones legislativas, Francia todavía mostraba el objetivo de devolver el déficit a poco menos del 3% en 2027, con una deuda pública que superaba su nivel de 2023 y apenas comenzaba a disminuir.
Esta trayectoria, inferior a la mostrada por otros grandes Estados europeos, "no es realista", sostiene la institución contable, para la que las hipótesis de crecimiento subyacentes "son especialmente optimistas".
"Hay tres maneras de reducir un déficit", ha recordado este lunes Pierre Moscovici, señalando en primer lugar "el crecimiento", por lo que no se debe hacer nada que comprometa el crecimiento de la economía gala, mientras que, en segundo lugar, está la fiscalidad, "que tiene sus límites", ya que no se pueden aumentar masivamente los impuestos, y en tercer lugar está "controlar el gasto".
"Hay ahorros que hay que hacer y hay que apuntar a los gastos menos eficaces, los que al final generan menos crecimiento", ha subrayado Moscovici, para quien el esfuerzo finalmente debe ser compartido entre los diferentes niveles: "Estado, autoridades locales y seguridad social".