BRUSELAS 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los responsables de Comercio de los Veintiocho se reúnen este martes en Luxemburgo en una convocatoria extraordinaria cuyo único punto del orden del día es dar su visto bueno a la firma del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA por sus siglas en inglés), para lo que será necesario encontrar soluciones al veto de Valonia, la región francófona de Bélgica, que el viernes pasado reiteró su oposición al mismo.
El objetivo del encuentro es que los socios comunitarios den luz verde a la conclusión del acuerdo, a la firma por parte de la UE y a su aplicación provisional. Si finalmente se alcanza un acuerdo para autorizar estas tres cuestiones, la UE y Canadá podrían rubricar el tratado en la cumbre bilateral que tendrá lugar en Bruselas el próximo 27 de octubre.
No obstante, el Parlamento de Valonia reiteró el viernes pasado su oposición al CETA, y rechazó otorgar al Gobierno federal su permiso para que este martes de el visto bueno a la firma del acuerdo. Aunque en teoría es suficiente una mayoría cualificada para aprobar las tres decisiones, en la práctica es necesaria la unanimidad puesto que es necesario que lo firmen todos los países del bloque comunitario.
Este mismo lunes, el ministro belga de Exteriores, Comercio y Asunto Europeos, Didier Reynders, ha asegurado que se han conseguido "progresos" durante este fin de semana en las reuniones entre la Comisión Europea, el Gobierno federal del país y las regiones de Bélgica.
Sin embargo, no ha garantizado que este martes se logre un acuerdo que satisfaga al Parlamento de Valonia y ha confiado en que en ese caso pueda ser posible alcanzarlo en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de este jueves y viernes, en la que los líderes europeos harán balance, además del CETA, de las negociaciones de libre comercio entre la UE y Estados Unidos (TTIP por sus siglas en inglés).
Por su parte, el presidente del Parlamento de Valonia, el socialista Paul Magnette, ha denunciado que la región ha recibido "amenazas sin disimulo" por su veto al acuerdo comercial con Canadá. Además, ha afirmado que espera en las próximas horas un nuevo documento, por lo que ha pedido tiempo para estudiarlo y decidir si es satisfactorio o no lo es.
"Es un combate muy difícil, sufrimos incluso a veces amenazas sin disimulo estas últimas horas", ha expresado este lunes durante el debate en la Cámara de la región francófona.
CERRADO EN AGOSTO DE 2014
La UE y Canadá cerraron su acuerdo bilateral de libre comercio en agosto de 2014 y es un tratado "mixto", es decir, tiene que ser ratificado tanto por la UE como bloque como por todas las capitales, puesto que hay competencias que corresponden a la Unión y otras que corresponden a los socios comunitarios.
El CETA ha planteado serias dudas entre algunos Estados miembros, como Eslovenia y Austria, además de Bélgica. Con el objetivo de solucionar estas reservas, la Comisión Europea y el Gobierno canadiense han elaborado una declaración conjunta que se adjuntará al texto del acuerdo y tendrá valor legal. En ella, por ejemplo, se garantizan cuestiones como el derecho de los Gobiernos nacionales europeos a legislar y a gestionar servicios públicos.
Aunque finalmente las reservas de Bélgica se solucionen y, en consecuencia, la UE y Canadá puedan firmar el acuerdo el día 27, todavía será necesario que el Parlamento Europeo dé su consentimiento antes de que el acuerdo de libre comercio comience a ser aplicado de forma provisional. En caso de completarse ese procedimiento, los socios comunitarios deberán ratificar posteriormente el tratado.