Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:37

WASHINGTON, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Los ministros de Finanzas y los banqueros centrales de las 20 economías más importantes del mundo (G-20) han incidido este viernes en que Estados Unidos debe adoptar "medidas urgentes" para elevar el techo de la deuda y evitar la suspensión de pagos. Asimismo, reconocen que enfilan una "eventual transición" hacia un refuerzo de las políticas de estímulo económico causada por "volatilidad de los flujos de capital".

   "Estados Unidos necesita adoptar medidas urgentes para abordar las incertidumbres fiscales a corto plazo", señala el G-20 al comienzo del comunicado de la cumbre celebrada en Washington después de advertir que "la recuperación en la economía global continúa, con los primeros signos de mejora en la mayoría de las economías avanzadas aunque con un crecimiento más ralentizado en muchos mercados emergentes, todavía importantes impulsores del crecimiento global".

   A partir de este punto, el G-20 se focaliza en el que ha sido el centro de sus debates en los últimos meses: el crecimiento y el difícil equilibrio con la reducción de la deuda y la situación en los mercados.

   Primeramente, el G-20 admite que "el crecimiento robustecido y sostenido tendrá que verse acompañado por una eventual transición", cuyo puerto sigue siendo "la normalización de la política monetaria", debido al "importante desafío" que continúa representando la "volatilidad de los flujos de capitales". Como solución, el G-20 propone "políticas macroeconómicas sensatas, reformas estructurales y fuertes marcos legales prudenciales".

CRECIMIENTO Y EMPLEO

   Una vez más, los ejes sobre los que han girado los debates del G-20 han sido cómo robustecer el crecimiento económico y cómo generar más empleo en una situación donde aún perduran ciertos "riesgos en la economía global", como reconoce en el comunicado.

   El G-20 apela a los "esfuerzos colectivos y nacionales", y reafirma la importancia del "financiamiento a largo plazo para inversiones que impulsen el crecimiento, creen trabajo y faciliten el desarrollo" económico. En este sentido, prometen abonar el dinamismo de los mercados de capital nacionales y las inversiones en infraestructuras en países emergentes y economías en desarrollo.

   La sostenibilidad fiscal sigue siendo una "prioridad clave", según enfatiza el G-20, que además ratifica su compromiso con "aplicar una estrategia fiscal a medio plazo que de forma flexible tenga en cuenta las condiciones económicas a corto plazo, al tiempo que coloca la deuda de los gobiernos en un camino sostenible".

   Para ello, el G-20 también recalca que "controlará de cera la implementación de la ambiciosa agenda fiscal" acordada en la cumbre de San Petersburgo (Rusia) en verano.

   Asimismo, la transparencia del sistema financiero es otro de los asuntos sobre la mesa. En este punto, las 20 economías más importantes del mundo aseguran que reforzarán "los progresos ya cosechados" en áreas como las resistencia de las instituciones financieras, la extinción de los bancos demasiado grandes para quebrar por su alto riesgo sistémico, el aumento de la transparencia, abordar los vacíos de regulación y afrontar los potenciales riesgos sistémicos.

CUOTAS

   Por último, el G-20, cuya presidencia pasa ahora de manos rusas a australianas, urge que se ratifique "inmediatamente" la reforma de la cuota y la estructura de gobierno del FMI de 2010 que otorga más peso y, por ende, en los fondos de la organización a los países emergentes, conforme a su peso real en la economía mundial.

   De entrar en vigor, Estados Unidos continuaría con la principal cuota y Japón con la segunda mayor aunque más reducida. China ocuparía la tercera posición, en lugar de la sexta actual, y Brasil e India pasarían a situarse entre los diez primeros.

Leer más acerca de: