Solo un 23% de compañías españolas tiene previsto aumentar la contratación de personal durante los próximos 12 meses
MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 44% de las empresas españolas prevén que sus ingresos y beneficios se reducirán en los próximos doce meses, según el International Business Report de 2020, el barómetro de la firma de servicios profesionales Grant Thornton, que refleja un notable incremento del pesimismo entre los empresarios sobre la evolución de sus negocios por el impacto de la pandemia, aunque también que el tejido empresarial es más optimista ahora que durante los peores momentos de la anterior crisis.
El informe de Grant Thornton analiza de forma semestral las percepciones y expectativas de más de 5.000 ejecutivos de 35 países de todo el mundo en el corto y medio plazo. En España, la investigación se realiza sobre 400 compañías de entre 50 y 500 empleados.
El optimismo de los empresarios de cara a los próximos doce meses cae hasta el 24%. Sin embargo, y a pesar de lo inédito que ha supuesto una crisis que ha exigido un cese completo de la actividad económica de forma temporal, según los datos históricos de Grant Thornton, los niveles de pesimismo no son tan preocupantes como los de primer trimestre de 2011, cuando llegó a situarse en el 8%.
El sentir de los directivos españoles queda por debajo de los países de nuestro entorno, ya que en la Unión Europea el optimismo medio alcanza el 29% y a nivel global el porcentaje de quienes confían en una buena evolución de la economía alcanza el 43%. Los españoles se muestran menos confiados que los alemanes y británicos (31%), franceses (35%), griegos (37%), aunque el severo impacto de la crisis sanitaria ha dejado algo más tocados a los empresarios italianos (23%).
Para el presidente de Grant Thornton, Alejandro Martínez Borrell, "los datos obtenidos revelan que en la anterior crisis los empresarios sí pronosticaron un deterioro profundo y estructural".
"Sin embargo, en esta ocasión parece que sí confían en una recuperación más rápida de la economía. Los datos macroeconómicos son de todas maneras preocupantes, porque el Banco de España acaba de situar la caída del PIB este año en el 15,1% y la tasa de paro en el 23,6%, en el peor escenario de los tres que contempla, de modo que habrá que estar atento al desarrollo de la pandemia en la segunda mitad del año", ha defendido.
Los directivos españoles sí creen, no obstante, que la pandemia es uno de los principales factores que va a afectar negativamente a la marcha de sus empresas en el próximo año. Si a finales de 2019 sólo dos de cada cuatro directivos creían que esa incertidumbre iba a perjudicar a sus organizaciones, hoy ya son tres de cada cuatro (75%).
"La fuerte caída de sectores como el turismo, que representa el 12% del PIB, y el temor a que su recuperación se retrase respecto al resto de la economía y afecte al consumo interno explica esos mayores niveles de incertidumbre económica en comparación a la media europea y a los países de nuestro entorno", señala Carlos Fernández, consultor y experto económico de Grant Thornton.
La última oleada del barómetro de la firma de servicios profesionales Grant Thornton también muestra que la previsión del comportamiento de las empresas para el próximo año está marcada por el fuerte impacto en sus negocios que ha tenido lugar en los últimos y complejos meses.
Tres de cada diez dirigentes españoles afirman haber reducido sus ingresos o facturación en más de un 5% en los últimos doce meses, una cifra superior a la media europea (42%) y la global (37%).
"Debemos ser cautos con las cifras empresariales. La encuesta recoge todavía pocos meses del impacto de la crisis en las ventas y los beneficios de las empresas. Muchas compañías ya han puesto en marcha planes de contingencia, con acciones específicas en las áreas clave, que puede hacerlas más resilientes en estos meses y propiciar que el plan de negocio y el futuro de la empresa esté garantizado", explica Carlos Fernández, consultor y experto económico de Grant Thornton.
En cuanto a las exportaciones, las dudas sobre la demanda exterior también han aumentado entre los empresarios españoles y el informe apunta a que el supuesto origen chino de la pandemia ha puesto de relieve las debilidades de las largas y complejas cadenas de suministro globalizadas, y ha impactado en compañías como los grandes fabricantes de automóviles o de productos de electrónica.
Si a finales del año pasado más del 40% los empresarios españoles preveían incrementar sus exportaciones, ahora solo lo hacen el 24%, y un 25% asegura de hecho que va a exportar menos. Cabe señalar, de todos modos, que este último dato es mejor que la media europea, lo que significa que, incluso ante el difícil contexto económico que nos deja el COVID-19, nuestras empresas siguen apostando por la recuperación a través de su actividad exportadora.
"Las multinacionales comienzan a poner un mayor foco en la resiliencia de su cadena de suministro frente al modelo de just in time y la optimización de costes" explica Carlos Fernández.
GENERACIÓN DE EMPLEO
En cuanto a las perspectivas de generación de empleo, el 23% de los líderes empresariales españoles tienen previsto aumentar la contratación de personal durante el próximo año, lo que significa una reducción de 14 puntos porcentuales con respecto al semestre anterior. Con todo, y al igual que ocurre con el optimismo, estas malas perspectivas de creación de nuevos puestos de trabajo son mejores que las que mostraban durante la crisis de la Eurozona.
"Las mejores perspectivas de creación de empleo de nuestros empresarios en esta crisis en comparación a la de 2008 es una relativa buena noticia, y se explica en gran medida porque, a diferencia de entonces, ahora tienen a su disposición el sistema de ERTEs y el apoyo del sistema bancario español e indirectamente del Banco Central Europeo", ha señalado Martínez Borrell.
Además, el informe atestigua una fuerte caída en la disposición de los directivos a aumentar los salarios por encima de la inflación, que baja del 21% expresado hace seis meses al 16%. España, en este sentido, se equipara a la intención media en el resto de países analizados, que también se sitúa en el 16%, aunque a escala europea esa cifra baja ligeramente al 12%.