Un barómetro promovido por Everis, Russell Reynolds, Esade y Aedas Homes señala que solo el 15% de los consejeros encuestados admite tener conocimientos avanzados en IA
MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un 67% de los consejeros delegados (CEOs) y miembros del consejo de administración de empresas del Ibex 35 señala que su compañía no cuenta con una estrategia de Inteligencia Artificial (IA) que haya sido aprobada por su consejo, según recoge el primer Barómetro de Ética e Inteligencia Artificial 2020 ha sido impulsado por Everis, Russell Reynolds, Esade y la promotora residencial Aedas Homes.
El informe, elaborado a partir de 68 encuestas a consejeros y CEOs de compañías del Ibex 35, señala que un 56% de los participantes reconoce que el nivel de impulso por parte de los miembros del consejo de administración de la IA es bajo, mientras que un 41% considera que es medio y un 4% dice que es alto.
En esta línea, el barómetro señala que un 30% de los encuestados desconoce qué porcentaje de la facturación invierte su empresa en IA anualmente, mientras que un 41% señala que esta cifra es inferior al 1%, un 15% que ronda entre el 1% y el 2%, un 11% que es de entre el 3% y el 5%, y un 4% que supera el 10%.
Asimismo, un 56% de los encuestados afirma que su empresa tiene planificada formación en IA en menos de un año, mientras que un 7% dice que será en un año o más. Por el contrario, un 22% dice que todavía no tienen nada en este campo y un 15% lo desconoce.
En cuanto a los proyectos de IA en los que está trabajando la empresa de la que son consejeros, un 85% menciona iniciativas de 'machine learning'. A continuación, los más comunes son los relacionados con robotización de procesos y con sistemas basados en reglas, con un 48%, y los de generación o procesamiento del lenguaje natural, con un 44%.
CONOCIMIENTOS DE IA
Por otro lado, solo el 15% de los consejeros encuestados admite tener conocimientos avanzados en IA, mientras que un 48% afirma tener conocimientos medios de los fundamentos de la IA y un 37% reconoce tener conocimientos básicos de en qué consiste esta nueva tecnología.
Para los consejeros, los dos principales beneficios que podría aportar la IA a la compañía son la optimización de la operativa de la empresa y la mejora en la toma de decisiones, con un 78%. Por el contrario, reducir el número de empleados a través de la automatización y abrir nuevos mercados solo son mencionados por un 7%.
En cuanto a los principales inconvenientes, lo que más preocupa son las vulnerabilidades en ciberseguridad (56%), la toma errónea de decisiones (56% y la responsabilidad legal derivada de la puesta en marcha de proyectos de IA (52%). Por el contrario, solo un 19% menciona la pérdida de puestos de trabajo y un 37% ve la privacidad de las personas como posible inconveniente.
A este respecto, un 48% de los encuestados cree que nunca desaparecerá la privacidad en favor de un sistema que haga un uso indiscriminado de los datos de los usuarios, frente a un 22% que cree que esto ya ha ocurrido y un 19% que espera que tenga lugar dentro de más de diez años.
Por otro lado, preguntados por el impacto que tendrá la IA en su empresa, los encuestados le otorgan una nota media de 4,15 sobre cinco, siendo uno muy bajo y cinco muy alto, cifra que asciende al 4,26 en el caso de su impacto en la economía global y al 4,41 en su sector.
Además, el grado de sensibilidad/preocupación del equipo gestor de su empresa por la IA es de 3,7 sobre cinco, siendo una bajo y cinco alto. En cuanto a la posición de su empresa respeto a sus competidores, la nota media es de un 3,3 sobre cinco, siendo uno en clara desventaja y cinco en clara ventaja.
SACAR PARTIDO A LA IA
En la presentación del Barómetro, que ha tenido lugar en la jornada empresarial 'Ética e Inteligencia Artificial (IA), el director de Innovación y Marca de Aedas Homes y director del informe, Javier Sánchez, ha señalado que con este análisis han querido poner en la agenda de los consejeros de las compañías más importantes del país el hecho de que hay que estar "informados, concienciados y preparados para sacarle el mayor beneficio a la IA".
Así, ha incidido en que probablemente la IA será la tecnología que va a estar "en el centro de la cuarta revolución industrial" y ha resaltado que es algo "tan estratégico" que va a afectar a todos, por lo que es necesario estar preparados y debatir sobre "qué significa verdaderamente el ser humano y cuáles son los retos éticos ante una tecnología que, en muchas ocasiones, va a ser más lista".
En este sentido, ha añadido que la IA empezó como un conjunto de tecnologías que se programaban a sí mismas, ya que no es el humano el que programa, sino que a partir de unos datos aprendía algorítmicamente y ofrecía un resultado. "Eso se ha convertido en una infraestructura, ya no en una tecnología. Es una infraestructura que tiene repercusiones en el ámbito social, económico y político. Y los retos éticos de un software que se escribe a sí mismo son enormes", ha remarcado.