MADRID 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El 88% de las empresas españolas con presupuestos superiores a 200 millones de euros para tecnologías de la información (TI) ve prioritario reducir sus costes tecnológicos debido "a la desconfianza creciente de los niveles de dirección de las compañías sobre el valor y la aportación real de este elemento al negocio", según un informe realizado por Orizon.
Según el análisis elaborado por la tecnológica española, en un período de tres años todas las empresas con presupuestos por encima de 200 millones de euros anuales en TI dispondrá de un responsable de rendimiento debido a los ahorros, de entre un 15% y un 30%, que permite la aplicación de esta disciplina en los costes de la tecnología del negocio.
De hecho, y a modo de ejemplo, la tendencia de migración de las empresas a un entorno complejo como el 'cloud' ha propiciado, según Orizon, unos sobrecostes "inesperados" de en torno a un 45% en los presupuestos tecnológicos "con un resultado calificado como negativo, ya que cerca del 80% de las organizaciones no ha alcanzado los objetivos que se habían marcado".
Orizon también apunta que, de acuerdo a datos de Funcas, en el sector bancario español las 10 primeras entidades han duplicado su gasto tecnológico, que en 2015 rondó los 2.360 millones de euros y ya en 2025 podría situarse en los 6.600 millones de euros.
Asimismo, el informe de Orizon recoge que el 40% de las compañías ya empieza a integrar en sus equipos a profesionales que, bajo distintas denominaciones, tales como "responsable de proyectos especiales" o "responsable de proyectos TI para TI", centran su actividad, precisamente, en tratar de reducir costes.
"Para ello, estos nuevos profesionales recurren al concepto rendimiento para tratar de controlarlo. Es decir, asegurar que las infraestructuras y las aplicaciones que conforman la tecnología del negocio funcionan correctamente, cumplen en tiempo y forma los objetivos para los que fueron creados, ya sea internamente o a través de proveedores, y al coste previsto", ha destacado Orizon.
El informe también subraya que, si bien la creación de esta función constituye un paso "fundamental" para contener los sobrecostes, cerca del 85% de estos nuevos responsables del coste en las empresas argumentan la excesiva complejidad de los sistemas y su volatilidad como el principal freno para conseguir sus objetivos.
"Orizon cree que el éxito pasa forzosamente por el uso de herramientas dotadas con 'big data', analítica avanzada e inteligencia artificial (IA) para poder detectar, analizar, encontrar las causas raíz de los fallos y corregirlos a lo largo de toda la cadena tecnológica, cada vez más compleja y con actores terceros implicados", ha añadido la empresa.
Además, la compañía ha destacado que las organizaciones solo podrán estar seguras de disponer de los costes más ajustados si esas herramientas proporcionan una visión única de la tecnología del negocio, es decir, sobre cómo está el rendimiento tanto de las máquinas (hardware) como de las aplicaciones (software).
De hecho, y según el informe de Orizon, ahora mismo menos del 10% de las empresas afirman tener esta visión unificada a la hora de comprobar el rendimiento global de la tecnología.
Orizon, empresa española especializada en asegurar el rendimiento continuo de infraestructuras y aplicaciones tecnológicas de grandes empresas, cree que este enfoque compartimentado es la razón "fundamental" de los sobrecostes, a lo que se suma el imparable crecimiento de la complejidad de la tecnología y, consecuentemente, la creciente dependencia de suministradores terceros.
"Esta falta de diálogo provoca que un software desarrollado para una actividad del negocio se pruebe y constate que funciona correctamente, pero no se tenga certeza sobre cómo va a comportarse de verdad cuando se lance en las infraestructuras. Ello provoca que cuando ocurren problemas se multiplique exponencialmente el tiempo para dar con su origen o se opte por sobredimensionar la infraestructura para asegurar su funcionamiento, lo que dispara absurdamente el coste", ha resaltado el consejero delegado de Orizon, Ángel Pineda.
Según la compañía, esta "visión global y única" de la tecnología requiere que los nuevos CPO (Chief Performance Officer) dispongan de herramientas y metodologías robustas y capacitadas para ello.