Hacienda está valorando la propuesta para permitir a las socimi invertir en terrenos de naturaleza agrícola, ganadera y forestal
MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las 10 socimi que se incorporaron a cotizar en 2022 a BME Growth y a Euronext Access cuentan con inmuebles valorados en 1.523 millones de euros, un importe sobre el cual el capital extranjero supone un 91,6% del total, según el VII Análisis de evolución de las socimi presentado hoy por Armanext.
El informe detalla que, entre 2020 y 2022, hasta 25 socimi se han incorporado a Euronext Access, mientras que 16 lo han hecho a BME Growth, con un valor total de 5.067 millones de euros. Asimismo, desde 2013, han sido 132 las empresas de este tipo incorporadas por 25.444 millones de euros.
El presidente de Armanext, Antonio Fernández, ha explicado que la tendencia de los años anteriores respecto a los inversores extranjeros se mantiene, debido a la "profesionalización de este tipo de inversores y su experiencia en otros países".
"Los fondos extranjeros estarán pendientes de cómo les puede afectar o no la modificación del Impuesto de Patrimonio para 'No Residentes' que inviertan en bienes inmuebles en España, así como de otras modificaciones en relación con las posibles modificaciones en la ley de Arrendamientos Urbanos", ha señalado Fernández respecto a las previsiones para este año.
En cuanto al impulso del 'build to rent', Fernández ha trasladado que el interés de los inversores en construir para alquilar se ha afianzado en 2022 y eso explica el menor valor de los activos y la disminución del pasivo, ya que son socimi que se incorporan a cotizar a la espera de impulsar su actividad.
SOCIMI AGRARIAS
Respecto a la propuesta de Armanext de reformar la Ley 11/2009 de las socimi para que, al igual que sucede en terceros países, estas puedan invertir también en terrenos de naturaleza agrícola, ganadera y forestal, Fernández ha asegurado que el Ministerio de Hacienda está considerando el cambio.
El presidente de Armanext ha resaltado la necesidad de esta modificación al permitir una normalización de la política de inversión de este tipo de vehículos con otros análogos en distintos países de la Unión Europea y de los principales países del mundo; y ofrecer un apoyo explícito a la importancia estratégica del campo español refrendada tras la pandemia del Covid-19 y, en especial, con la guerra de Ucrania que ha provocado el desabastecimiento de determinados productos.
También permitiría la entrada de nuevos inversores a la España despoblada, ya que, en la actualidad, más del 77,4% de la inversión en inmuebles a través de socimi se concentra en Madrid y Barcelona.