MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una unidad del nuevo 'superjumbo' de Airbus, equipado con los sensores adecuados, realizará esta tarde un vuelo de prueba de cuatro horas en la zona afectada por la nube volcánica del volcán islandés, para comprobar el efecto y daño "real" que las partículas de ceniza pueden provocan en los motores y turbinas.
Fuentes del fabricante europeo informaron de que el A380 saldrá del aeropuerto de Toulouse, en Francia, y realizará varias pruebas a diferentes alturas, entre los 10.000 y los 12.000 metros, nivel al que vuelan los aviones comerciales, para realizar mediciones sobre el efecto de la nube volcánica.
Con estas pruebas, se pretende comprobar la densidad de las partículas de cenizas de la nube volcánica y si su erosión es "más o menos abrasiva" tanto en los pitot o sensores de velocidad de las aeronaves, como en los motores de los aviones.
Uno de los problemas es que estas partículas son "altamente abrasivas" y actúan "como una lija" en los motores lo que puede llegar incluso a parar el avión en pleno vuelo e incluso a taponar los sistemas de ventilación de la aeronave.
Si bien las aeronaves están preparadas para dar respuesta en zonas desérticas a las partículas de arena no se conocen las consecuencias en los aviones de un fenómeno de las dimensiones de la nube de cenizas del volcán Eyjafjalla (Islandia), que desde el pasado jueves ha provocado un colapso en el espacio aéreo europeo.
Airbus hará llegar el informe con las conclusiones derivadas de dicho test a la Dirección General de Aviación Civil en Francia y a aquellas autoridades aeronáuticas correspondientes según el plan de vuelo definido.