MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Este miércoles el precio de la luz ha batido su récord de 2018 al situarse en una media de 18,02 céntimos por kilovatio/hora (kWh), un 23,8% superior al de hace un año, un nivel de precios que Facua ha tachado de "alarmante".
A pesar de que el precio diario de la luz bajará mañana tras el máximo alcanzado hoy, aquí tienes cuatro consejos para abaratar la factura de la luz.
1º- CONOCER LA TARIFA CONTRATADA
Descifrar la factura de la luz no es sencillo, pero conocer el contrato y la tarifa que se paga es el primer paso para reducir el coste. En ocasiones, lo más fácil es dejar el tema a los profesionales y pedir un 'estudio personalizado' de la factura de la luz.
2º- REVISAR DE FORMA PERIÓDICA LA TARIFA
Una vez que se conoce la tarifa actual, el segundo paso es convencerse de que el ahorro es posible. Para ello, hay varias vías de ahorro y no tienen por qué pasar necesariamente por el cambio de compañía.
Vía precio: estudiar si el precio al que se paga el kilovatio/hora (kWh) es el de mercado. En caso de que sea superior es recomendable cambiar de compañía a una con mejores precios.
Vía tarifa: ver si la tarifa contratada se ajusta a las necesidades, es decir, valorar si el pago del 'precio único' es más rentable que la 'discriminación horaria', por la que se fijan dos precios en dos tramos horarios. En general, esta última opción resulta beneficiosa cuando más del 30% del consumo se hace en las 14 horas a la que el coste es menor.
3º- ADECUAR LA POTENCIA CONTRATADA
La potencia contratada tiene un precio fijo en la factura que es independiente del consumo y que, en ocasiones, no se ajusta a las necesidades reales. Por ello, es recomendable revisar la potencia contratada, ya que si nunca 'salta la luz' en casa, probablemente es posible reducirla. Una reducción de la potencia implica un descuento en la tarifa equivalente, en media, a unos 50 euros anuales de ahorro por kilovatio contratado.
4º- REDUCIR EL CONSUMO
Más allá de intentar ser responsable con las luces, es interesante tener en cuenta la eficiencia energética a la hora de comprar o renovar los electrodomésticos. Para ello, los expertos aconsejan adquirir bombillas led y revisar la etiqueta técnica de los electrodomésticos. A pesar de que estos puedan suponer un mayor desembolso inicial, la mayor eficiencia acaba suponiendo un ahorro ya que se amortiza en el consumo eléctrico.
CAMBIARSE DE COMPAÑÍA ELÉCTRICA PUEDE SUPONER UN AHORRO DEL 40%
En España hay unas 60 comercializadoras de luz que ofrecen más de 500 ofertas de electricidad y según este experto, hay una diferencia del 36% entre la opción más barata y la más cara, una diferencia "relevante", según Arturo Cardenal, consejero delegado de Watiofy, un comparador de tarifas de energía que agrega las ofertas de luz y gas del mercado.
En la actualidad, hay 36 millones de contratos de luz y gas en el mercado doméstico en España, y cada año cambian de manos unos 4 millones, es decir, una tasa de cambio del 11%. Cardenal señala que para cambiarse de compañía "no hay una barrera de salida de ningún tipo, es desconocimiento".
El cambio de operadora es "bastante fácil" --no hay compromisos de permanencia como había en las compañías telefónicas hace años--, por lo que con una gestión telefónica e incluso online es posible cambiar de compañía sin "pedir permiso".
Este cambio se lleva a cabo por el nuevo operador o incluso desde el agregador de ofertas. En contra del pensamiento popular, no existe un corte de suministro o periodo sin electricidad en el hogar por cambiar de comercializadora.
De hecho, hay que matizar la diferencia entre la distribuidora, que es la responsable de la calidad del suministro; y la comercializadora, que se encarga de hacerte las ofertas a precio de mercado y te manda la factura. Es decir, la distribuidora es siempre la misma en una zona geográfica, ya que en España hay un "oligopolio" con grandes distribuidoras como Endesa, Naturgy e Iberdrola, que se reparten el territorio nacional.
Y SI HAY TANTAS POSIBILIDADES, ¿POR QUÉ EL MERCADO ESTÁ TAN CONCENTRADO?
En Madrid, por ejemplo, las distribuidoras coincidían con comercializadoras, aunque se separaron con la liberalización del mercado. Sin embargo, muchos hogares aún no lo han cambiado y siguen con las empresas y tarifas antiguas, lo que supone un "mercado interesante", apunta Cardenal.
Según el análisis de Watiofy, en estos casos "el margen de ahorro podría llegar hasta el 40%"; mientras que tras el primer ajuste el impacto del cambio suele ser menor, pero hay cambios "muy sangrantes" de un 20%.