BARCELONA 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los acreedores del 90% de la deuda Jumbo y Convertible de Celsa han reiterado que "los intereses económicos de la familia Rubiralta son el único impedimento a un rescate" de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a la empresa, según han comunicado este lunes.
Dichos acreedores han recordado que están dispuestos a que la familia Rubiralta mantenga el control de la empresa y que la única diferencia entre las posiciones de la compañía y la de los acreedores es el reparto de cualquier valor existente una vez que la financiación de la SEPI y la deuda reestructurada sean reembolsadas.
Han explicado que ambas partes han acercado posiciones pero que "continúan considerando que la propuesta de reparto de dicho valor de la empresa es injusta, desproporcionada y totalmente incoherente", ya que, según ellos, se pide a los acreedores que renuncien a más de 1.000 millones de euros que les debe Celsa sin un esfuerzo, en sus palabras, significativo y real por parte de los Rubiralta.
Los acreedores han reiterado su "compromiso actual y futuro con la viabilidad de Celsa y de su proyecto industrial" y han negado que tengan voluntad de realizar una deslocalización industrial o de trasladar al extranjero el centro de decisiones de la empresa.
"Los fondos acreedores están comprometidos con el empleo y las condiciones laborales en todos los centros productivos", han asegurado.