MADRID 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se declara "satisfecho" con los acuerdos sobre política energética alcanzados en el último Consejo Europeo, que a su juicio serán muy beneficiosos para España y cuya consecución ha atribuido al "empeño" y al "compromiso" con la "batalla permanente" en pro de los españoles.
Así lo ha indicado durante su primera intervención en el Pleno del Congreso para explicar la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno celebrada la semana pasada, centrada particularmente en avanzar en la construcción del mercado energético comunitario.
"Estoy satisfecho porque hemos alcanzado el fruto anhelado de un largo esfuerzo que ha salido bien, que es bueno para Europa y que representa un gran beneficio para el conjunto de los españoles", ha afirmado Rajoy, que achaca este éxito a que se ha "dejado de utilizar las dificultades como una excusa y se han convertido en motivación".
Y es que las bases de los acuerdos de este Consejo Europeo ya se sentaron en 2002, pero no se había avanzado más porque "faltaba el empeño, el estar comprometidos, la batalla permanente, sin cansarse, sin renunciar, ganándose voluntades día a día". "Faltó lo que ahora no falta: saber a dónde se quiere ir, conocer los pasos necesarios que hay que dar y, sobre todo, darlos", ha añadido, criticando veladamente la falta de avances de los gobiernos socialistas en esta materia.
"NO HAY MÁS TIEMPO QUE PERDER"
En concreto, los jefes de Estado y de Gobierno fijaron objetivos de cambio climático en el horizonte 2015-2030 y también tomaron decisiones sobre el mercado interior de la energía. Entre otras cosas, se acordaron "pasos concretos" para "resolver la falta de interconexiones" dentro de la UE, que afecta sobre todo a los estados periféricos como España o Portugal.
Así, las instituciones europeas se "involucrarán directamente" para "garantizar que en 2020 haya una interconexión mínima del 10%", con la vista puesta en el 15% en el año 2030. Para ello, se impulsarán proyectos concretos, se dará máxima prioridad a los ya iniciados para que finalicen como muy tarde en seis años y se presentarán propuestas para garantizar la financiación de estas acciones, entre otras cosas.
"Todas estas decisiones colocan la interconexión entre estados miembros, particularmente de la Península Ibérica, en el centro de la política energética europea, y convierte las interconexiones en un asunto prioritario para conseguir un mercado interior de la energía por primera vez", ha destacado Rajoy, que cree que avanzando en esta senda Europa conseguirá "asegurarse un suministro suficiente con precios asequibles y sostenible medioambientalmente"
En este sentido, el presidente advierte de que "no hay tiempo que perder ni más excusas que dar para no acometer con determinación una política energética común y un mercado interior único de la energía en Europa", que es "incompatible con el mantenimiento de islas energéticas nacionales no conectadas".
"Un auténtico mercado liberalizado es incompatible con cuellos de botella y campeones nacionales. Mientras no lo logremos, Europa seguirá jugando el partido de la competitividad internacional con una mano atada a la espalda", ha añadido.
RECUPERACIÓN ECONÓMICA
Al margen de los debates energéticos, el Consejo Europeo también analizó la actual coyuntura económica de la UE y su "debilitamiento", que perjudica a España, inmersa en una incipiente recuperación de la actividad económica y del empleo, tal y como reflejan los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) y el avance de crecimiento del Banco de España, cifras que Rajoy ha destacado y aplaudido.
A este respecto, el líder del Gobierno ha recordado que hace tres años España era "el principal centro de preocupación" para los estados miembros y las instituciones comunitarias mientras que ahora "el crecimiento español es el contrapunto de la marcha vacilante de las principales economías europeas".
"Estamos lejos, muy lejos, de superar nuestros problemas de desempleo, pero nuestra situación ha dado un giro de 180 grados. Estamos logrando en Europa lo que nos propusimos al llegar al Gobierno. Para nosotros la UE tiene que ser una unión económica y monetaria, pero también una auténtica unión política y también social. Y esta Cumbre ha sido un paso más en la buena dirección", ha señalado.
Porque, a su entender, con los acuerdos de la semana pasada "la construcción europea avanza", aunque sea "con una lentitud que a veces parece desesperante", gracias al "trabajo serio, constante y silencioso" y a la "convicción, voluntad y esfuerzo" de sus dirigentes.
"Avanza, y esto es lo que importa, porque cuanto más desarrollemos la integración, mejor será para todos. Quiero una España sólida porque amo a España, y quiero una España fuerte porque eso fortalece a Europa. No sería posible beneficiar a España perjudicando a Europa, lo mismo que no sería posible que ninguna parte de España pretendiera beneficiarse perjudicando al conjunto", ha insistido Rajoy aludiendo de forma indirecta a Cataluña.
Y para seguir en esta línea y sacar a toda la UE de la crisis, los jefes de Estado y de Gobierno también acordaron la semana pasada "impulsar medidas para estimular el crecimiento y el empleo" a través del denominado Plan Juncker de inversiones públicas y privadas por valor de 300.000 millones de euros. En este sentido, Rajoy ha indicado que en España ya se ha creado un grupo de trabajo interministerial que determinará qué proyectos son prioritarios para que reciban esa financiación. Sus trabajos deberían estar concluidos en diciembre.
Finalmente, Rajoy se ha congratulado de la puesta en marcha de la nueva Comisión Europea (CE) liderada por el conservador Jean-Claude Juncker. "En estos tiempos en que la UE y sus estados miembros nos enfrentamos a retos importantes y complejos, para los que se impone una respuesta europea, resultaba fundamental tener instituciones renovadas y solventes. La nueva Comisión goza de legitimidad democrática reforzada", ha valorado.
Asimismo, ha destacado que la cartera de Energía y Política Climática otorgada al comisario español, Miguel Arias Cañete, es "una de las más importantes" en el nuevo Ejecutivo comunitario, ya que responde a "una de las cinco prioridades" de la agenda estratégica para la UE en los próximos cinco años y una de las diez orientaciones prioritarias para el nuevo presidente de la CE.