Tres hijos y su ex abogado se enfrentan a penas de siete años de cárcel por ocultar a sus inversores la crisis de su compañía
MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -
El empresario jerezano José Ruiz-Mateos no comparecerá el próximo lunes por motivos de salud en el juicio por un delito continuado de estafa y de insolvencia punible por el caso de la entidad Corporación Financiera Hispano Suiza (CFHS).
En concreto, el fundador de Nueva Rumasa no se personará en la vista al haber sido sobreseída la causa de forma provisional hasta que recupere las facultades cognitivas, comunicativas y funcionales que le permitan el traslado y la asistencia al juicio oral.
En este sentido, el médico forense de la Audiencia Provincial ha confirmado que el patriarca de la familia Ruiz-Mateos, de 84 años de edad, padece una enfermedad sobrevenida que le impide ejercer con normalidad el derecho de defensa.
La causa, por tanto, se archiva respecto de él hasta que recobre la salud y pueda declarar en el juicio, según ha informado este viernes la Audiencia Provincial. El tribunal madrileño revisará su situación todos los años para ver su evolución.
No es la primera vez que Ruiz-Mateos alega motivos de salud que impiden su comparecencia en un juicio, ya que a finales del pasado mes de abril no se trasladó a una vista oral en Valladolid en la que tenía que respondaer de dos delitos ficales cometidos en 2009 y cuya cuantía superaría los 8 millones de euros.
En la vista del próximo lunes, tres hijos de Ruiz-Mateos y su ex abogado del empresario Joaquín Yvancos se enfrentan a siete años de cárcel por ocultar a sus inversores la crisis de su compañía.
Al margen de la no comparecencia del patriarca, José María, Pablo y Alfonso Ruiz-Mateos Rivero se sentarán a partir del lunes en el banquillo de los acusados por un delito continuado de estafa y un delito de insolvencia punible.
También lo harán José Patón Amiama; Juan María Alejandro Álamo Ramón; Antonio Gutiérrez Dorado; Antonio Carralón Escribano; Féliz Uceda Rada; Adolfo Martitegui Cáceres; José Antonio Campo Gil; José Antonio Hurtado García; Victoriano Delgado Chaves; así como la Corporación Financiera Hispano-Suiza y Virnax.
El fiscal relata en su escrito de acusación que la compañía de los Ruiz-Mateos "procedió a captar fondos de inversores" entre 1993 y 1997 a los que ofrecía "una imagen de estabilidad de la que carecía". El dinero recibido era "destinado a conceder préstamos a otras sociedades vinculadas", pese a la prohibición del Banco de España.