MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí, uno de los mayores fondos soberanos del mundo, ha aflorado una participación del 5,01% en la empresa desarrolladora y editora de videojuegos Nintendo, según ha informado este miércoles a la Agencia de Servicios Financieros de Japón (FSA, por sus siglas en inglés).
El país islámico se ha hecho, a través de su vehículo inversor, con un paquete de 6,5 millones de acciones. El precio total pagado ha sido 410.607 millones de yenes (3.021 millones de euros), lo que supone una media de 63.082 yenes (464,2 euros) por cada título de Nintendo.
La participación de Arabia Saudí convierte al país en el cuarto mayor accionista de la cotizada japonesa, por detrás del banco Mitsubishi UFJ Financial (7,3%), del fondo de pensiones del Gobierno japonés (6,88%) y del banco de inversión estadounidense JPMorgan Chase (5,14%).
Tras conocerse el dato, la cotización de Nintendo en la Bolsa de Tokio ha registrado un incremento que ha llevado a la acción a cerrar en los 59.270 yenes (436,1 euros), un 3,51% por encima de la cotización al cierre del martes.
El precio actual de las acciones de Nintendo implica que la inversión del fondo soberano de Arabia Saudí tiene en estos momentos un retorno negativo del 6,04% en su inversión. Hace algo más de un año, la cotización de Nintendo alcanzó su máximo histórico, al superar los 68.000 yenes (500 euros) por acción.
No es la única inversión en el sector de los videojuegos que ha realizado el país. En febrero, el Fondo desveló una participación superior al 5% en la también japonesa Capcom, equivalente a 332 millones de dólares (315 millones de euros) en ese momento. Asimismo, también afloró otra participación superior al 5% en la surcoreana Nexon, valorada entonces en 883 millones de dólares (839 millones de euros).
A principios de 2021, el vehículo inversor de Arabia Saudí también informó de sendas participaciones en los desarrolladores estadounidenses de videojuegos Electronic Arts, Take-Two y Activision Blizzard. Las adquisiciones estaban valoradas en ese momento en el entorno de los 3.300 millones de dólares (3.135 millones de euros)