El Banco de España advierte de "riesgos" al alza en el déficit público

Actualizado: lunes, 31 octubre 2011 12:46

MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Banco de España ha advertido de que existen "riesgos" de desviación respecto al objetivo de reducción del déficit público hasta el 6% del PIB en 2011, como consecuencia de la "debilidad" de la recaudación impositiva y la "inercia" del gasto, "principalmente en las comunidades autónomas".

En su último boletín económico, la autoridad monetaria indica que, con la información disponible hasta este momento, la magnitud de la desviación se encuentra "dentro de los márgenes que pueden ser corregidos mediante una gestión adecuada de la ejecución presupuestaria en lo que queda del ejercicio".

Sin embargo, alerta de que si los datos de ejecución presupuestaria de los próximos meses indicaran la posibilidad de que esos riesgos se materializasen, sería "imprescindible" adoptar "medidas adicionales" en consonancia con el carácter incondicional del compromiso asumido por el Gobierno con el cumplimiento de los objetivos fiscales, y con el "intenso escrutinio" al que siguen sometidas las finanzas públicas en media de la actual crisis de la deuda soberana.

Pese a todo, el Banco de España indica que la ejecución presupuestaria no refleja aún las medidas adoptadas por el Gobierno en agosto para asegurar el objetivo de déficit, como el adelanto de la recaudación del Impuesto sobre Sociedades, la reducción del gasto sanitario o los ingresos obtenidos por los derechos del uso del espacio radioeléctrico.

El instituto emisor subraya que la debilidad de la demanda interna y de la actividad se ha dejado sentir en el ritmo de reducción del déficit público. Por el lado de los ingresos, apunta que la información hasta septiembre muestra que el crecimiento de la recaudación impositiva se encuentra por debajo de la previsión presupuestaria, especialmente en el caso de las cotizaciones sociales y los impuestos especiales.

Por el lado del gasto, la información disponible (hasta junio) muestra una ralentización del gasto, aunque todavía inferior a lo que proyectaba el último Programa de Estabilidad, dada la mayor inercia de las compras de bienes y servicios en la primera mitad del ejercicio.